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La presidenta andaluza, Susana Díaz, en su visita a Artur Mas, en Barcelona, en febrero de 2014. / Efe
Coincidiendo con la convocatoria de las elecciones catalanas, para el 27 de septiembre, el PSOE-A, la federación más potente del partido, lanzó ayer un aviso a navegantes para disuadir de cualquier tentativa que conduzca a plantear un pacto fiscal exclusivo para Cataluña. El destinatario de este mensaje es, sin duda, Ferraz, sede del PSOE federal.
La dirección de Pedro Sánchez lleva días coqueteando con la idea de llevar una fórmula de pacto fiscal a la campaña de las catalanas, como alternativa al envite soberanista de Artur Mas y su lista única a favor de la independencia. Ferraz ha lanzado la idea de forma ambigua: impulsar el pacto fiscal catalán, pero sin promover una España a dos velocidades. La propuesta de aumentar el autogobierno catalán por la vía de una mejor financiación es el clavo ardiendo para un PSC en caída libre, al que los sondeos le auguran un hundimiento sin precedentes. Y con el PSOE debilitado en Cataluña, es difícil imaginar una victoria de Sánchez en las generales de final de año. Los socialistas siempre han llegado a la Moncloa aupados en dos pilares: Andalucía y Cataluña.
El problema es que la estrategia de Sánchez en las catalanas choca con el planteamiento del PSOE-A de Susana Díaz, que no está dispuesta a aceptar un acuerdo bilateral entre el Estado y Cataluña en materia de financiación, que relegue al resto de regiones a un segundo plano. Así no se resuelve el conflicto soberanista, replica Díaz, valedora del espíritu del 28 de febrero (aquel café para todos), y que demanda un reparto de fondos «justo e igualitario».
Los socialistas andaluces andan de puntillas para no evidenciar las contradicciones entre Ferraz y San Vicente, pero al ser preguntado ayer por la idea de un pacto fiscal para Cataluña, defendida por dos miembros de la dirección de Sánchez –César Luena y Óscar López–, el portavoz del PSOE, Mario Jiménez, subrayó que «el sistema de financiación autonómica puede reformarse para aplicarse mejor», pero sobre «excepcionalidades», solo valen las que ya están recogidas en la Constitución –el fuero vasco y navarro– «y estos deben ser los únicos», sentenció. «No defendemos ningún mecanismo que comprometa el reparto igualitario de ingresos. No puede haber sobrefinanciación de un territorio por encima de otro», advirtió.
En teoría el modelo de Estado federal que defiende el PSOE quedó plasmado en la Declaración de Granada (6 de junio de 2013), en la conferencia política que realizó el partido cuando aún estaba al frente Alfredo Pérez Rubalcaba. Los socialistas andaluces lo apoyaron. Aquel mismo esquema de país fue ratificado recientemente en Sevilla, en un Consejo Político, que fue presidido por Díaz, y en el que Sánchez esbozó su estrategia coordinada con los barones regionales de cara a las generales. Las declaraciones de la semana pasada de López y Luena han vuelto a poner en sobreaviso al PSOE-A, que no se moverá ni un milímetro de la Declaración de Granada, pero que valorará cuánto es preciso subir el tono si Ferraz persiste en defender el pacto fiscal catalán.
Jiménez no descartó que Díaz participe en la campaña a las catalanas y explicó que «dependerá de su agenda y situación personal». La presidenta está de baja tras dar a luz a su primer hijo y tiene intención de compartir el permiso de maternidad con su marido, de modo que estará de descanso hasta final de septiembre. «En Cataluña hay una novena provincia andaluza», advirtió Jiménez, para subrayar la importancia para Andalucía de las elecciones catalanas.