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La presidenta de la Junta, Susana Díaz, saluda a Teresa Rodríguez en una reunión en San Telmo. / Efe
La relación entre el PSOE y Podemos en Andalucía deja pocos puntos para la interconexión y según los últimos documentos presentados por ambas formaciones no parece que la cuestión vaya a cambiar en el medio plazo. Teresa Rodríguez, coordinadora regional de la formación morada, ya le dio un epitafio a ese posible vínculo con su «con el PSOE ni muerta» y luego con la exigencia a IU de no pactar o gobernar con los socialistas como condición para renovar la confluencia electoral.
Los socialistas andaluces preparan su próximo congreso regional de finales de mes y en su ponencia marco se subrayará la distancia con Podemos, una posición más dura que la establecida por Pedro Sánchez en su nuevo modelo de partido planteado tras ser elegido secretario general. El documento recalca «la huida y el rechazo a la radicalidad y cualquier confluencia que acaba denotando la debilidad de sus actores políticos y, como en el caso del histórico partido comunista y sus coaliciones, su fagotización». Fuentes de la federación socialista admiten esa posición «más dura», respecto a la planteada por Sánchez, que surge de un punto de partida distinto: «Aquí somos nosotros el partido que gobierna y el que gana elecciones. A nivel nacional se habla de posibles alianzas para poner fin al Gobierno del PP, pero aquí no es el caso». La ponencia marco presenta al PSOE-A como «una organización autónoma que aspira a la mayoría electoral frente a quienes dibujan utopías del pasado y se presentan a la izquierda de la izquierda útil». «La solución al actual escenario de incertidumbre no pasa ni por el debilitamiento de la voluntad popular, ni tampoco por los nuevos populismos de corte caudillista».
Otro de los asuntos en los que profundiza el texto es e la cuestión territorial. La plurinacionalidad abanderada por el nuevo PSOE de Pedro Sánchez se topa en Andalucía con el filtro de la Declaración de Granada, aprobada por el Consejo Territorial socialista en 2013. Desde Andalucía se considera que esta declaración sitúa al federalismo como el eje que aporta las mejores soluciones para reconocer, respetar e integrar las distintas identidades que conviven en España. Desde Andalucía, el PSOE se presenta como garante «de la igualdad de derechos y oportunidades» de todos los españoles con independencia del territorio en el que vivan. Otras cuestiones como la Tercera República o el debate sobre la eutanasia no son recogidas por la ponencia marco.
A nivel interno, el PSOE-A reivindica «ser tenido en cuenta» en el PSOE a nivel federal, sobre todo, cuando ostenta el «principal gobierno autonómico socialista ante una mayoría arrolladora del Partido Popular en el Gobierno de España. En cuanto al modelo de partido, el PSOE-A se adaptará a lo aprobado en el Congreso Federal, defendiendo que «representatividad y participación no son elementos antagónicos». En este sentido, dará mayor protagonismo a las bases creando la figura del defensor de la militancia o apostar por mayor transparencia y rendición de cuentas de los cargos de la organización.
La federación socialista admite cierta desafección de la juventud hacia el proyecto del PSOE y por ello considera «imprescindible» iniciar estrategias para la afiliación de las nuevas generaciones. La intención de Susana Díaz es la de incorporar savia nueva en su Ejecutiva.
El secretario de Organización, Juan Cornejo, recordó este lunes que más allá de la ponencia marco, el PSOE-A gobierna con un programa electoral que está desarrollando, y que, por tanto, no puede haber en el próximo congreso debates ni planteamientos que distorsionen ese programa.