El terremoto territorial agiganta la fractura entre el PSOE-A y Sánchez

Los socialistas andaluces rechazan que se vincule el término nación con mayor autogobierno

06 sep 2017 / 21:30 h - Actualizado: 07 sep 2017 / 00:07 h.
"Susana Díaz","Pedro Sánchez"
  • Pedro Sánchez saluda a Susana Díaz en la clausura del congreso regional de julio. / Efe
    Pedro Sánchez saluda a Susana Díaz en la clausura del congreso regional de julio. / Efe

La cordialidad a regañadientes ha dado paso a la pugna sin ambages. Fuera cual fuera el resultado de las primarias socialistas era evidente que la división seguiría latente, y así ha sido. La fractura entre la federación andaluza y la dirección nacional se ha agigantado en pleno terremoto territorial. Las declaraciones de Pedro Sánchez, secretario general, en las que definía como nacionalidades históricas sólo a Galicia, País Vasco y Cataluña sentaron peor que mal al PSOE andaluz.

Después del toque de atención de Susana Díaz, consejeros de su Gobierno y miembros de la Ejecutiva regional se han lanzado en tropel para reprochar a Sánchez la no mención a Andalucía en ese listado de nacionalidades históricas. «Andalucía es una nacionalidad histórica porque el 28 de febrero los andaluces así lo consiguieron frente a los que intentaban que no estuviera al nivel de otros territorios a los que se les había atribuido la condición histórica», dijo ayer el portavoz parlamentario del PSOE-A, Mario Jiménez. El enfado ha ido a más después de que desde la federación regional se considere que esa denominación de Sánchez de nacionalidad histórica vaya acompañada de mayor autogobierno, «y Andalucía jamás va a renunciar al máximo nivel de autogobierno», manifestó con rotundidad de Jiménez.

Desde Madrid se trató de aplacar el malestar andaluz calificando de «olvido o lapsus» la ausencia de Andalucía en esa categoría y el propio secretario general aseguró estar «completamente de acuerdo» con Díaz, al considerar que Andalucía no es menos que otra comunidad, aunque le advirtió que «igualdad no es uniformidad».

Los socialistas andaluces vuelven a forrarse con el espíritu del 28F y el 4D como cada vez que ven atacado el nivel de autogobierno o la igualdad entre territorios. La gran diferencia en esta ocasión es que se sienten amenazados no por el contrincante político, sino por el propio partido. Es decir, entra en juego aquello de las dos lealtades que advirtió la dirigente andaluza en la clausura del congreso regional ante Pedro Sánchez. En caso de elección, Andalucía siempre estará por delante del PSOE.

Sánchez insiste en que su concepto de plurinacionalidad y nación de naciones ya ha sido planteado por otros socialistas andaluces como Felipe González o José Antonio Griñán. Hace referencia el madrileño al documento Por una reforma del Estado Autonómico, encargado por el PSOE-A a la Fundación Alfonso Perales, laboratorio de ideas de la federación andaluza. Se trata de un documento –no vinculante– que se inclinaba por el reconocimiento de la «plurinacionalidad» de España, «nación de naciones». Griñán hace el preámbulo y presentó el texto en Carmona, entre el grupo de expertos que participó en su elaboración se encuentran Manuel Chaves, Carmen Calvo o el secretario de Política Territorial del PSOE-A, Gregorio Cámara. Fue José Antonio Pérez Tapias el encargado de redactar la parte que atañe al modelo territorial. Cámara defiende que no es un documento que compromete a nada y que, precisamente, la cuestión de la plurinacionalidad no fue tomada en consideración, «en ningún momento, jamás, el PSOE-A ha defendido el concepto de nación de naciones. Y Pepe Griñán tampoco», insistió ayer Mario Jiménez