«En el hospital tienen todo mi historial y ese parto no consta»

Concepción Castro: «En el hospital tienen todo mi historial y ese parto no consta»

Concepción tenía 22 años cuando se puso de parto y acudió a dar a luz al Hospital de San Rafael, que por obras funcionaba entonces como parte de la residencia Zamacola (antiguo nombre del Puerta del Mar). «Me durmieron y la vi cinco minutos, estaba viva, era una niña, pero me sacaron en seguida de la habitación porque decían que estaba muy malita», relata. Su marido y hermanas insistían en verla en la incubadora y «se la enseñaban de lejos». A las ocho horas le dijeron que había muerto. Citaron a su marido al día siguiente para enterrarla y cuando fue «ya no estaba, decían que se habían hecho cargo allí». En el registro del cementerio consta como enterrada en una fosa común. A Concepción le hizo sospechar que no la dejaran verla ni enterrarla y al pedir su historial clínico la sorpresa fue que «no consta que yo hubiera parido, aparece el de mi otro hijo, un aborto que tuve y hasta una gastroenteritis con 14 años pero nada de ese parto». La Audiencia de Cádiz archivó su denuncia, como casi 500, por haber prescrito los hechos.

Luisa Fernanda Terrasa: «Aparece que medicaron al niño el día siguiente a morir»

Luisa ha llevado sin éxito su caso hasta el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo tras inadmitir el Constitucional su recurso contra el archivo y llegó ayer a las jornadas tras llevarse, antesdeayer, la tercera decepción con las pruebas de ADN que una chica de Murcia (como antes otra de Alicante y un chico de Valencia) se hizo al ver su historia y sus fotos familiares en internet, dado el parecido con sus otros hijos y sobrinos. Porque Luisa tenía ya un hijo y tuvo otros después en el mismo hospital de Jerez donde dio a luz a gemelos en febrero de 1972 aunque ese parto no conste. Ambos vivieron unos días pero «solo nos señalaban unas incubadoras de lejos» y al morir «un feto congelado que es el mismo que vieron otras». Su firma y la de su marido «están falsificadas» en los legajos de defunción y en el hospital ha aparecido un documento de medicación del niño fechado un día después a su supuesta muerte. El ginecólogo que la atendió llegó a estar imputado aunque la Audiencia decretó el archivo provisional «con posibilidad de reabrir el caso ante nuevas pruebas porque ve indicios de delito».

Paula Díaz: «Oí decir que no lo habían querido por tener labio leporino»

Paula asistió ayer a las jornadas en el mismo edificio en el que dio a luz, el antiguo Hospital de las Cinco Llagas. Había tenido ya tres hijos (en total tuvo 8), pero el cuarto parto no fue en los paritorios de siempre. «Nada más entrar una enfermera que yo no conocía y sabía todo de mí me subió en montacargas arriba, donde había unos pasillos largos con salas con muebles de cocina». Aunque la durmieron todo el tiempo, recuerda, una vez dado a luz y con su hijo vivo y «berreando», haber oído que «una enfermera le decía a otra que a la que se lo iban a dar no lo quería porque nació con labio leporino (una malformación del paladar) y podía ser reconocible si lo buscaban». Cree que una monja con la que se sinceró durante un ingreso de su padre sobre su situación económica, lo preparó todo y piensa que si no fue dado «lo usaron para experimentos» porque no lo volvió a ver. Le dijeron que lo iban a bautizar porque estaba muy mal pero el bautizo de Pablo no consta en el registro y cuando le comunicaron que había muerto, solo le enseñaron de lejos una caja con algodones.