El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, anunció ayer en una carta dirigida al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, el desbloqueo de 55 millones de euros procedentes del fondo fiduciario para África para ayudar a gestionar las migraciones. Así lo reveló el ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell. En la citada misiva, Juncker reconoció también la urgencia de frenar las llegadas de inmigrantes a España desde Marruecos y confió en que, dada la limitación de los recursos, los países de la Unión Europea aporten más dinero para financiar los esfuerzos necesarios.

El presidente del Ejecutivo comunitario dejó claro en la misiva, dirigida al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, que Bruselas «está dispuesta a aumentar su aportación» tanto a España como a Marruecos para hacer frente a la «creciente presión migratoria a lo largo del Mediterráneo occidental». Pero también dijo ser «plenamente consciente» de que las necesidades manifestadas por Marruecos «exigen un esfuerzo financiero muy superior», ya que los recursos del Fondo Fiduciario de la UE para el norte de África «son desgraciadamente limitados».

Explicó que, por ese motivo, la CE, la Alta Representante de la UE para la Política Exterior, Federica Moguerini y Austria, que ejerce la presidencia semestral del Consejo, pidieron el pasado 25 de julio por carta a los países europeos que «alimenten» el Fondo «con importes que se ajusten a las expectativas reales». Esas aportaciones se sumarán a la financiación con cargo al presupuesto de la UE, dijo Juncker, que añadió que todas esas contribuciones «proporcionarán financiación adicional para la gestión de las fronteras en Marruecos».

Casado visita Algeciras

Y en plena crisis migratoria, el presidente del PP, Pablo Casado, pidió ayer al Gobierno «responsabilidad sin demagogia» para afrontar el problema de la inmigración y apostó por un «Plan Marshall para África».

Casado, que visitó en Algeciras (Cádiz) las instalaciones para la atención de inmigrantes, declaró a los periodistas que los países occidentales deben apostar «no simplemente por ayudas que puedan acabar en manos de gobiernos corruptos, sino por la institucionalización, la educación, la inserción laboral y la inmigración regulada». «De nada sirven ni populismos, ni buenismos, ni demagogias. No se va a resolver esta situación diciendo que va a haber papeles para todos, que el Estado del bienestar es ilimitado o que la ruta de la inmigración ilegal en España es más fácil que en otros países».

«Yo también soy persona», aseguró el dirigente popular, que incidió en que a él «también le resulta dramático que en África haya tanta pobreza y que en Europa haya gobiernos que no hayan sido sensibles a esto».