Guerrero: el hombre «tímido»

El ex director general de Trabajo ha pasado del «si tiro de la manta» al todos fueron «honestos»

19 feb 2018 / 07:52 h - Actualizado: 19 feb 2018 / 09:31 h.
"Juicio de los ERE"
  • Francisco Javier Guerrero se acerca a los periodistas y cámaras apostados a las puertas de la Audiencia Provincial, donde se celebra el juicio. / Europa Press
    Francisco Javier Guerrero se acerca a los periodistas y cámaras apostados a las puertas de la Audiencia Provincial, donde se celebra el juicio. / Europa Press
  • Magdalena Álvarez será la próxima en declarar en el juicio. / Efe
    Magdalena Álvarez será la próxima en declarar en el juicio. / Efe

Dos meses después de que arrancara el juicio por el procedimiento específico de los ERE por fin esta pasada semana hemos podido asistir a las primeras declaraciones de acusados. El turno comenzó con el que ha sido el protagonista indiscutible de estos días, el ex director general de Trabajo Francisco Javier Guerrero, quien ha virado su estrategia radicalmente, pues ha pasado de calificar las partidas presupuestarias con el que se nutrió a los ERE de «fondo de reptiles» a negarlo y acusar a Policía y prensa de «tergiversar sus palabras». Es de lo que poco que dijo en la sala, donde lo vimos declarar cómodo y tranquilo, calificándose a si mismo como «un hombre tranquilo» al que no le «gustaba figurar en la prensa».

En el vídeo de la declaración, que fue realizada en octubre de 2015, Guerrero ofrece una versión que no coincide con lo que él sostuvo al comienzo del caso. El director general apuntaba hacia arriba y habló en su primera declaración policial como testigo de un «fondo de reptiles», que luego repitió en sendas entrevistas con medios de comunicación. Él dice ahora que «esas palabras no salieron» de su boca y que se «tergiversaron». Pero lo cierto es que en los pasillos, Guerrero siempre alardeó de «saber» demasiado y de que «el día» que hablara... Todo ello cuando se sentía abandonado por un partido cuyos dirigentes incluso le llegaron a llamar «alcohólico».

En cambio, en esa última declaración Guerrero defendió el sistema de los ERE, alegando que su actuación se amparó siempre en dos órdenes ministeriales «la del 94 y la del 95», sobre ayudas previas a la jubilación y ayudas sociolaborales respectivamente. Allí, ante la jueza instructora, presumió resolver conflictos laborales «importantes» y que lógicamente algunos de estos casos salieron en la prensa. «Hay dirigentes que les gusta salir. Yo soy un hombre tímido, no he tenido el querer salir en los periódicos ni en la televisión», dijo, provocando risas en la sala.

Igualmente, el ex director general, que supuestamente llegó a firmar ayudas en la servilleta de un bar, ya no hace referencia a las «criaturas» a las que ayudó cuando se le pregunta por los intrusos detectados en los expedientes regulación de empleo, sino que niega la existencia de estos. Es más ofrece una versión con voz contundente, en la que resume todo a un error administrativo. Para él es muy sencillo, eran ayudas individuales y si alguien aparecía en el expediente de una empresa para la que nunca trabajó es porque en lugar de firmar una póliza sola, se incluía en la de la empresa para «ahorrar costes». También negó la connivencia con su chófer, que relató que lo más de 900.000 euros que recibieron sus empresas fantasmas los destinó a regalos para Guerrero y comprar cocaína. «Si lo llego a saber sale por la ventana», dijo.

El resto de acusados, por lo menos los dos que han declarado hasta ahora –el ex consejero y ex viceconsejero de Empleo José Antonio Viera y Agustín Barberá–, pues lejos de machacar a Guerrero y culparle de todas las irregularidades, como en un principio hizo el PSOE, no se cebaron. Es más, en un momento en el Viera incluso llega a decir que es una «cuestión administrativa» y que para ello están los «asesores y técnicos».

Ellos también han defendido la «legalidad» de un sistema, que desde luego para el Tribunal Supremo fue «grosero», debido a la ausencia de trámites administrativos. Es al menos lo que opinan los magistrados del Alto Tribunal que esta misma semana ha resulto que una de las empresa de la Sierra Norte de Sevilla que se vio favorecida con esta ayuda debe devolver los 3,8 millones que recibió.

Habrá que esperar meses para conocer la decisión de la Sección Primera, pero desde luego esta decisión judicial se inclina por la «arbietrariedad» de las ayudas. Este lunes se retoma el juicio y será el turno de la exconsejera de Hacienda y exiministra Magdalena Álvarez.