«Intentamos ser más efectivos y ágiles al tramitar las ayudas»

La futura PAC, la sequía, la amenaza de la ‘Xylella fastidiosa’, la incorporación de los jóvenes al mundo rural y el papel de la mujer en el campo son algunos de los asuntos con los que lidiará el nuevo consejero, con una Ley de Agricultura «del sector» sobre la mesa

06 ago 2017 / 21:19 h - Actualizado: 07 ago 2017 / 18:04 h.
"Agricultura","Junta de Andalucía"
  • El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, en la sede de la consejería en Sevilla. / Reportaje fotográfico: Manuel Gómez
    El consejero de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural, Rodrigo Sánchez Haro, en la sede de la consejería en Sevilla. / Reportaje fotográfico: Manuel Gómez

Siendo casi un niño Rodrigo Sánchez Haro ya desempeñaba cargos políticos en su pueblo, Turre (Almería). Allí donde todavía recoge aceitunas con la familia, donde decidió ser entrenador de fútbol y abogado –profesión «de la que he vivido hasta hace un par de años», comenta–. Su llegada a la Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural se ha visto como un premio después de ser la voz socialista en la comisión de investigación del Parlamento por el caso de los cursos de formación, «un azote sin fundamento» para «gente honorable», lamenta este turrero que aterrizó con fuerza en una consejería con mil frentes abiertos.

—¿Cuál es su principal objetivo al frente de la Consejería? ¿En qué incidirá más?

—Nos estamos centrando mucho en simplificar, en ser ágiles en la tramitación de las ayudas.

—¿Cómo?

—Reorganizándonos internamente. Estamos hablando de 244.000 expedientes sólo de la PAC. No es fácil. Intentamos ser más efectivos y tardar menos en la tramitación. También nos estamos planteando que de aquí a final de año el presupuesto comprometido del Plan de Desarrollo Rural (PDR) llegue al 80 por ciento del presupuesto total, de 1.800 millones de euros. Ya hay 1.033 comprometidos, algo más del 50 por ciento. Hay que poner en marcha los grupos de desarrollo rural, las ayudas de modernización de regadíos, etcétera. La comunidad europea y la Junta son estrictas para evitar el fraude, así que esos controles hay que compatibilizarlos con la agilidad. Hay que ser minucioso con el dinero público.

—Las organizaciones agrarias piden más fondos para atender la demanda de jóvenes que se quieren incorporar a la actividad rural. ¿Se va a atender esta demanda?

—Sí, en el PDR había previsto 120 millones de euros y ya van por 155 millones. En la primera convocatoria de 2015 se pasaron de los 30 a los 90 millones, se triplicó. En la convocatoria que vamos a sacar en octubre se incrementa de los 30 a los 65 millones, se duplica. Y lo más importante, además de las cantidades, es la forma en la que se incorporan. Hay que poner en marcha modelos de éxito. Tutelamos el proceso, la colaboración público-privada, se le da formación y se elige un mentor.

—En otras regiones de España hay un grave problema de despoblación, ¿también en Andalucía?

—Aquí el 54 por ciento de la población vive en el campo, frente al 20 por ciento de otras comunidades españolas. Y no es sólo por la política agrícola, también por la educación, la sanidad o los servicios sociales. En nuestros pueblos hay servicios básicos que en otras comunidades no existen. En Andalucía es una preocupación, hay que fijar la población, pero gracias a las políticas se ha logrado contener la despoblación.

—¿Por qué la mujer sigue estando al margen de los órganos de dirección del sector agroalimentario?

—No está en la toma de decisiones del sector y pretendemos que con nuestro Plan de Igualdad tenga un papel relevante. Es un factor de cohesión social. Si la mujer no está en el campo contribuirá al despoblamiento.

—¿Cuál es la principal novedad del decreto de seguros agrarios?

—El papel de los seguros agrarios es muy importante para paliar la sequía. Lo que les hemos dicho a todos los agricultores es que es importante que empiecen a contratarlos. Tiene que incrementarse el número de explotaciones aseguradas porque con la sequía podemos tener problemas. Nos preocupa. No se ha declarado oficialmente, pero hay provincias como Jaén y Córdoba en las que las precipitaciones han caído más del 50 por ciento respecto a años anteriores. Estamos elaborando distintas medidas que ya anunciaremos. Y pedimos al Gobierno de España que se bonificase en el IRPF pero ha caído en saco roto.

—¿Cree que el Gobierno central no hace todo lo que debiera frente a la sequía?

—Tiene que tener un planteamiento integral. Hay mucho trabajo que hacer con el agua desalada y regenerada. En Murcia o Alicante se bonifica el agua desalada, en Almería, no. Hay que regular esta situación a nivel nacional. Y es muy necesario hacer obras de interés general, como el transvase del Tinto-Odiel-Piedras al Guadalquivir, la presa de Siles o la de Rules. Son obras previstas en el Plan Hidrológico desde hace muchos años. Al Gobierno de España le queda muchísimo por hacer.

—La Junta revisó sus protocolos contra la Xylella fastidiosa, ¿no se hacía algo bien?

—La Junta empezó a trabajar en 2014 contra la Xylella y en 2015 se aprobaron los protocolos. Entonces no existía ningún caso en la Península. Ocurre un primer caso en Alicante hace unas semanas y otro después. Entonces extremamos la vigilancia, como ya se hacía en los viveros ilegales. Con el primer caso se convocó la Mesa de Salud Vegetal y al comité científico y, después, nos reunimos con el Seprona para ese control de los viveros ilegales. Ahora estamos informando al sector y a toda la población para que tenga clara la situación, que nos preocupa. En Alicante también se hacían controles, pero se detectó por la comunicación de un agricultor. Además, quiero lanzar un mensaje de tranquilidad porque se está trabajando. Hemos reforzado el laboratorio de Jaén y el Ifapa de Córdoba.

—¿Se han reforzado las inspecciones?

—Se está haciendo. Y se ha contratado a 15 personas más.

—La superficie cultivada de herbáceos, trigo y girasol fundamentalmente, cae año a año. ¿Tienen futuro estos cultivos? ¿Cómo pueden ser rentables?

—El sector tiene futuro y nosotros tenemos que poner las medidas para ello. De ahí la importancia de la PAC. ¿Se imagina que Europa tenga que autoabastecerse porque venga una crisis mundial? Tenemos que seguir avanzando en la modernización de regadíos, innovar, investigar y aplicar nuevas tecnologías.

—Cambiando de tercio, los marroquíes y los turcos no tienen tantos problemas con sus aceitunas de mesa en Estados Unidos.

—La denuncia de dos empresas californianas por dumping es oportunista. Se aprovechan del proteccionismo de Trump. Está fuera de lugar. Y, como plantea, ¿por qué sólo contra España? Porque somos el principal exportador a Estados Unidos. Es injusto y no es de recibo porque se están haciendo las cosas bien.

—Andalucía es una tierra agrícola, sin embargo, este motor económico no arranca. Las empresas exportadoras siguen siendo las mismas, no hay avances significativos pese al potencial. ¿Por qué?

—La agricultura representa el ocho por ciento del PIB andaluz pero es cierto que donde más camino hay que recorrer es en la internacionalización de las empresas. Para ello necesitamos que se agrupen y lo estamos incentivando. Tenemos mucho mercado que ganar fuera, se dieron pasos, pero hay mucho trabajo por hacer. El aceite y el sector de los frutos rojos lo están haciendo bien.