La crisis de los precios

La falta de «precios dignos» en la venta de algunos alimentos, moviliza a agricultores y ganaderos para reivindicar una situación, que afecta de primera mano, tanto a productores como a la economía de provincia, al no cubrir siquiera los costes de producción.

19 feb 2019 / 08:00 h - Actualizado: 18 feb 2019 / 17:42 h.
  • La crisis de los precios

La crisis de los precios en la agricultura y ganadería sigue perjudicando y reduce drásticamente los beneficios en la producción agroalimentaria de España. La situación no solo afecta a agricultores y ganaderos, sino a la economía de las provincias que ven mermadas sus ganacias al no cubrir ni siquiera, los costes de producción de las cosechas.

Uno de los sectores más damnificados por la situación de bajada de precios es el de la naranja. Las variedades tardías de naranjas sudafricanas se solapan con las primeras de la temporada española y afectan directamente al precio de venta de éstas últimas en los mercados.

El pasado 8 de febrero, Córdoba vivía el reparto de más de seis mil kilos de naranjas de mano de la Asociación Agraria ASAJA Córdoba. Las pancartas recriminaban la bajada de precios bajo el lema «¡Consume naranja de nuestra tierra! Por unos precios dignos». El presidente de la Asociación, Ignacio Fernández de Mesa, explicaba que «los precios en origen de las naranjas se han hundido después de un par de años en los que se habían recuperado ligeramente». Esta situación ocurre, entre otros factores, por el colapso y solape con otras producciones de diversos países, especialmente debido al acuerdo comercial entre la Unión Europea y Sudáfrica.

El acuerdo comercial de la Unión Europea con Sudáfrica entró en vigor en el año 2016, permitiendo la importación de cítricos de este país con unos aranceles que en 2018 han sido del 11,6% y que irán reduciéndose hasta desaparecer en 2026. El problema reside en que las variedades tardías de naranjas sudafricanas se solapan con las primeras de la temporada española, como la Navelina o la Salustiana.

Según un estudio sobre la importación de cítricos de Sudáfrica elaborado por LA UNIÓ de Llauradors de la Comunidad Valenciana, los precios de la exportación logrados por Sudáfrica han crecido en solo dos años de forma exponencial desde la firma del acuerdo. La media de aumento desde su firma es del 50% (53% en naranjas tras pasar de 0,39€/kg a 0,58€/kg y del 47% en mandarinas al elevarse de 0,67€/kg a 0,91€/kg en la última campaña). Gracias a esto, las cotizaciones se ven duplicadas, mientras que las españolas continúan bajando.

Según la Lonja de la Cámara de Comercio, en España, un kilo de naranjas se paga en el campo entre 0,08-0,10€ en el caso de la Navelina y entre 0,15-0,18€ en el caso de la Salustiana. Estos precios reflejan una gran bajada, ya que son muy inferiores a los cotizados en la misma época del año anterior, siendo una producción similar e incluso inferior a la de la campaña pasada. Dicha bajada, ha provocado fuertes pérdidas económicas a los productores que se ven obligados a vender por debajo de los costes de producción, establecidos a 0,15€/kg por los estudios de la Cadena de Valor del Ministerio y de la Junta de Andalucía. En otros casos, no se lleva a cabo la recogida de la cosecha por no salir rentable su recolección. Sin embargo, en los lineales de algunos supermercados, los kilos de naranjas pueden alcanzar más de 2€/kg.

Por otro lado, LA UNIÓ de Llauradors, daba a conocer en el mismo estudio, el hallazgo de más de 50 materias activas de productos fitosanitarios prohibidos en la Unión Europea en las naranjas provenientes de Sudáfrica. Entre los fitosanitarios encontrados figura el “paraguat”, herbicida que, con dosis inadecuadas, afecta al tracto gastrointestinal, riñones y al corazón. También se ha localizado “metil azinfos”, prohibido por la Agencia de Protección Ambiental desde 2004 y por la Unión Europea desde 2006. Se trata de un insecticida potencialmente tóxico para anfibios, peces, mamíferos, crustáceos y moluscos.

El Gobierno de España no considera que se den las circunstancias para activar las cláusulas de salvaguardia contempladas en el Acuerdo Comercial de la U.E con Sudáfrica, por lo que solo se ha contemplado, a través del Ministerio de Agricultura, retirar del mercado 50.000 toneladas de naranjas y mandarinas con destino a entidades caritativas y a la producción de zumo para su distribución gratuita a través de los bancos de alimentos.

La situación se ve agravada con las noticias que llegan desde otros países como Turquía, Egipto y Marruecos, donde se espera una cosecha récord, lo que significaría una gran competencia para las variedades tardías españolas, sumando la desigualdad de costes laborales y las exigencias fitosanitarias entre estos países y España.

No solo la naranja se ve afectada por la crisis de los precios, la leche es otro de los productos que sufre, cada vez más, la reducción de sus beneficios. La Organización de Productores de Leche (OPL) muestra su rechazo por los nuevos casos de venta de pérdidas de leche en líneas de supermercados. “Mientras el Ministerio de Agricultura aconseja reflexionar, conocemos que la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) ha recibido del sector lácteo el mayor número de denuncias, 103 de un total de 243, y es el segundo en el mayor número de infracciones con sanción por incumplimientos con 295 sobre 1.500 y siempre por lo mismo”, reclama el presidente de OPL, José Alberto Martín.

La Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) deberá estudiar la oleada de ventas por debajo del coste, ya que el precio fijado como mínimo en el acuerdo de 2015 tras la “Marcha Blanca” y las protestas sucedidas en Galicia, fue de 0,60€. “El precio deberá superar los setenta 0,70€, porque hay que tener en cuenta las subidas experimentadas desde 2015, en las facturas de la luz y gasóleo, y en los procesos de producción y transformación” especifican desde la OPL.