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La estafa del agua en Algeciras

Una concesión de la época franquista permite al municipio abastecerse gratis del agua de los canutos de los Alcornocales, un ecosistema único en Europa y que el Consistorio prefiere extinguir para ahorrarse pagar parte del líquido que se consume

Ricardo Gamaza RicardoGamaza /
27 abr 2015 / 11:07 h - Actualizado: 27 abr 2015 / 11:10 h.
"Medio ambiente"
  • una de las zonas de los canutos de Los Alcornocales de los que se obtiene agua Algeciras. / El Correo
    una de las zonas de los canutos de Los Alcornocales de los que se obtiene agua Algeciras. / El Correo

En la década de 1950 la escasez de agua en el Campo de Gibraltar llevó al entonces gobierno franquista a dar concesiones para captar agua de los canutos del actual parque natural de Los Alcornocales, en unos bosques de niebla que componen un ecosistema único en toda Europa. Esta concesión para captar agua dejó de tener sentido una vez que se construyeron los embalses para abastecer a ciudades como Algeciras, donde pese a ello siguen usando este permiso de tiempos de la dictadura para conseguir agua gratis.

Según los datos que tiene en su poder la administración andaluza, un 30 por ciento del agua de consumo que el Ayuntamiento de Algeciras usa para abastecer a su población procede de los canutos de los Alcornocales. Al menos hay tres captaciones con permisos franquista a los que se sumarían casi medio centenar más con concesiones posteriores o incluso ilegales, que estarían secando este ecosistema singular y autóctono.

Recusación judicial

El primer intento de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía por revocar esta concesión se perdió en los tribunales tras ser recusado por el Ayuntamiento de Algeciras. Para el consistorio algecireño el valor ambiental de los canutos no es nada comparado con los ingresos que le repercuten a las arcas municipales, ya que, según Verdemar-Ecologistas en Acción, «el ayuntamiento cobra a los ciudadanos ese agua a los ciudadanos aunque no le cueste ni un euro». Tampoco explica el Ayuntamiento de Algeciras donde van a parar esos ingresos, según explica Gemma Velasco, portavoz de la organización ecologista. «Se trata de una estafa a la ciudadanía -explica Velasco- ya que cobran algo que al Ayuntamiento le sale gratis». El Ayuntamiento de Algeciras, por su parte, usa el argumento de que si deja de captar agua de estos canutos deberá subir la tarifa a los ciudadanos.

Pero lo más grave no es esta estafa social, sino el daño ambiental irreversible sobre un ecosistema que data del periodo terciario, de la última glaciación, y que depende del agua para sobrevivir. Al no respetarse los caudales ecológicos lo que peligra es la existencia de todo el bosque de niebla, que mantiene una humedad calidad permanente gracias a la cual sobreviven especies vegetales del periodo terciario que dan lugar a una laurisilva en su parte meridional, formada por rododendros, alisos, laurel, fresno, avellanillo, acebo, rusco y varios tipos de helecho, algunos de ellos de enorme interés botánico como el Psilotum nudum, una auténtica joya botánica, única en nuestro hemisferio, que destaca entre los helechos.

«No quedan helechos debajo de las captaciones de agua», alerta la portavoz de Verdemar-Ecologistas en Acción. Gemma Velasco apunta directamente al Ayuntamiento de Algeciras como una de las entidades responsables de esta extinción vegetal: «No tiene nada que ver con el cambio climático, sino con la perdida de agua que están sufriendo los canutos, que acaban con la arboleda y, por tanto, con el ecosistema», sentencia.

Otros municipios

Sin embargo, el de Algeciras no es el único ayuntamiento que bebe directamente de los canutos, aunque disponen de nada menos que de tres embalses de los que abastecerse. Otros municipios del campo de Gibraltar tienen captaciones, legales e ilegales, que están secando el bosque de niebla gaditano. Sólo en casos muy contados -un par de pedanías sin acceso a la red de alta- es en lo que estarían justificadas estas captaciones, pero habría que hacerlo regulando los caudales ecológicos, que garantizan la cantidad de agua que necesita el ecosistema para sobrevivir «y no captando agua sin ningún tipo de regulación ni control», explican desde Verdemar-Ecologistas en Acción.

Mientras, el Ayuntamiento de Algeciras prefiere extinguir un ecosistema único en Europa si eso le permite ganar más dinero al dar de beber a su población, porque abastecerse de los embalses significa tener que pagar por el agua el dinero que le cobra en su factura a los ciudadanos.