La falta de acuerdo entre la UE y Rabat sobrecarga el Golfo de Cádiz

El conflicto por las aguas del Sáhara, clave en la falta de entendimiento en materia pesquera

14 jul 2018 / 18:52 h - Actualizado: 14 jul 2018 / 19:50 h.
"Economía","Alimentación"
  • Barcos anclados en el puerto onubense de Isla Cristina. / F.C.
    Barcos anclados en el puerto onubense de Isla Cristina. / F.C.

Tras más de tres meses de negociaciones infructuosas, este sábado expiró el acuerdo de pesca entre la Unión Europea y Marruecos, lo que conlleva que 126 barcos españoles, de los que 90 son andaluces, tienen que dejar cuanto antes el caladero marroquí.

Tras poner proa a España, barajan dos opciones: o acoger a algunas de las ayudas dispuestas por la parada a la que se van a someter, o pescar en el Golfo de Cádiz, donde ya hay medio millar de embarcaciones haciendo su labor diaria. El problema es que el del golfo ya es un caladero sobrecargado, en el que más de 500 barcos de distintos tipos trabajan de forma estable. Legalmente no hay capacidad para negar a los buques de Marruecos que operen en esa zona.

Lo explica el presidente de la Federación Andaluza de Cofradías de Pescadores (Facope), Manuel Fernández, que usa la palabra «sobrecarga» para definir lo que puede pasar desde el próximo lunes en el caladero del Golfo de Cádiz, y lo hace con la explicación de que en la zona ya trabajan 133 arrastreros, 82 cerqueros, 280 buques de artes menores y 96 dragas hidráulicas.

En esa lista están, por lo tanto, 591 barcos, aunque se incluyen los barcos de Marruecos. Un caladero algo aliviado ahora vuelve a contar con ellos.

Y es que los barcos que faenan en el caladero marroquí tienen doble licencia, «lo que les faculta para faenar en el Golfo de Cádiz y en aguas de terceros países, con lo que nos afecta directamente que no haya acuerdo con Marruecos, porque esta flota que se va a Marruecos libera el golfo de Cádiz».

Son buques que, por convenio, faenan 10 meses al año, dejando dos para paradas biológicas, «y de esos 10 meses, al menos siete están solo en Marruecos, con lo que la pesca en la zona sur española queda liberada de esos buques».

En conjunto, son barcos que pertenecen a puertos de Isla Cristina (Huelva), Conil, Bartate o Tarifa (Cádiz). Este sábado regresaron a los caladeros del golfo. Para ellos hay activado un plan de ayudas para paliar la situación en la que quedan los pescadores.

Lo peor es que no hay visos de una firma inminente del acuerdo, con la premisa añadida de que si se llega a firmar puede que tarde meses en ser aplicado, con lo que el Golfo de Cádiz, al menos hasta otoño, soportará la carta añadida de barcos que ahora recibe por este problema.

El escollo principal para la firma de un nuevo acuerdo está en que a las partes los distancia el conflicto del Sáhara Occidental, la excolonia española ocupada por Marruecos. Las negociaciones arrancaron el mes de abril y se han reanudado esta semana en Bruselas, lastradas por el fallo del Tribunal de Justicia Europeo del mes de febrero, que estableció que las aguas del Sáhara Occidental no eran de soberanía marroquí.

En esencia, la Justicia europea le dice a Marruecos que no puede decidir sobre un territorio que no es suyo, aunque sea marino. El Gobierno marroquí, por su parte, considera de su soberanía las aguas saharauis, igual que la costa inequívocamente marroquí. El desacuerdo en este asunto resulta que es básico, sobre todo porque las aguas que corresponden a la zona del Sahara corresponden a más del 90 por ciento de las capturas de la flota europea en el marco del acuerdo actual. Las partes se han levantado de la mesa sin saber cuándo se reanudará la negociación.