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La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ayer en el Parlamento de Andalucía. / Pepo Herrera (Efe)
Desde que se comenzó a especular con la posibilidad de que Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, aspiraba a ser secretaria general del PSOE, la dirigente socialista ha mantenido una inmaculada separación entre su trabajo institucional con el de partido: agua y aceite. Su muletilla del «ahora no toca» era el aviso de que la pregunta traspasaba la frontera entre un ámbito y otro cada vez que representaba al Gobierno andaluz en cualquier foro o evento.
Díaz ha tratado durante todos estos meses de cortar cualquier vía de comunicación por tierra, mar o aire entre su cargo de presidenta y su legítima aspiración a reconducir al PSOE después de dos dolorosas derrotas electorales. Pero ayer, en la sesión de control al Gobierno andaluz, la primera después de que la política sevillana anunciara su candidatura a las primarias socialistas, la oposición tendió puentes, construyó carreteras y enlazó por vía aérea un asunto y otro. PP-A, Podemos e IU empaparon a Díaz de reproches por su intento de compaginar la presidencia de la comunidad y su «legítima» aspiración personal. Antonio Maíllo, Teresa Rodríguez y Juan Manuel Moreno Bonilla dedicaron la sesión de control en el Parlamento a dejar claro que desde su punto de vista compaginar la presidencia de la Junta y liderar el PSOE sí son agua y aceite.
«Veo a los portavoces nerviosos, se les ve el plumero. Traen a la Cámara un tema que no es apropiado», les reprochó el portavoz socialista Mario Jiménez. «Vamos a hablar de lo que tú quieras», le respondieron por lo bajini desde la bancada popular.
Díaz lidió por primera vez con un asunto que le va a acompañar de aquí a mayo. Y en su estreno en esta cuestión «avaló con su agenda y su trabajo» su capacidad para afrontar ambas tareas sin posibilidad alguna de que los asuntos que más preocupen a los andaluces queden desatendidos: «Pongo entrega, sacrificio y trabajo. Compare su agenda con la mía, ahí está mi capacidad para afrontar dos responsabilidades. Trabajo cuatro veces más que usted», le respondió a la portavoz de Podemos, Teresa Rodríguez. Antonio Maíllo, de IU, le «aconsejó» que más que visitar agrupaciones de su partido se dé una vuelta por Andalucía «que falta le hace».
Rodríguez pidió a Díaz que se dedique «cien por cien a Andalucía» y que la Junta «no sea un escalón a sus aspiraciones». «Andalucía y España están siempre por encima del PSOE», le respondió la dirigente socialista, que criticó la falta de pudor de la portavoz de Podemos por sacar ese tema en el Parlamento.
«Usted está por estar. Tiene el cuerpo entero fuera de Andalucía. Ha puesto su porvenir personal por encima del futuro de los andaluces», aseguró el presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno Bonilla. La presidenta de la Junta volvió a comparar agendas para responder al líder popular: «usted con menos tarea trabaja menos», apostilló Díaz.
Moreno Bonilla pidió a la presidenta que se «comporte como una mujer de Estado, le falta educación y altura política» dijo. Además la acusó de usar la Junta y sus recursos para su ambición personal. Díaz se mostró tranquila por ver a Moreno Bonilla como líder del PP, pues «eso es señal de que su partido estará mucho tiempo sin ganar elecciones