«Niña, ten cuidado con lo que te puedan echar en la copa» es una frase de madres y abuelas que está de máxima actualidad. Así lo expuso ayer la coordinadora del Instituto de Medicina Legal y Forense en Andalucía, Carmen Álvarez, en el Congreso para el Estudio de la Violencia contra las Mujeres.
Álvarez indicó que el 15 por ciento de las agresiones sexuales contra las mujeres se cometen bajo el efecto de alguna sustancia química, aunque hay otros estudios que elevan estos porcentajes hasta el 17 por ciento o el 21 por ciento.
Porcentajes al margen, Álvarez remarcó que este problema es grave y que fundamentalmente sufren mujeres de entre 17 y 20 años. Para provocar la sumisión de sus víctimas los agresores utilizan fundamentalmente alcohol, benzodiazepinas y éxtasis líquido.
Esta forense manifestó que es importantísimo que si se sospecha de que se ha sido agredida sexualmente se debe denunciar lo más rápidamente posible para que se preservaren todos los medios de prueba. Explicó que son sustancias difíciles de detectar porque se utilizan en pequeñas dosis y porque se eliminan muy rápidamente, en tan solo unas horas.
La médico de urgencias en el hospital Costa del Sol de Málaga y coordinadora de la Comisión de Violencia de Género, Carmen Agüera, detalló que las sustancias que los agresores utilizan para sedar y someter a sus víctimas no huelen, no tienen sabor y no tiñen de color las bebidas, «además muchas veces se confunden con el consumo de alcohol y son fáciles de comprar».
Asimismo, Agüera señaló que una mujer que ha amanecido con un desconocido a su lado, en un lugar extraño, está confusa, se ha comportado de forma diferente o asegura que no ha bebido tanto como para haber perdido la consciencia, entre otras cuestiones, es más que sospechoso de que ha sido víctima de una sumisión química.
Por su parte, la ginecóloga y sexóloga del hospital Costa del Sol de Málaga María del Mar Casado hizo un repaso al protocolo que se sigue en su centro hospitalario a las víctimas de una agresión sexual. Remarcó que es fundamental un acto único de valoración para que no tengan que repetir su historia y para que no tengan que sufrir más, «porque llegan con miedo, angustia y ansiedad».
Por último, en este grupo de trabajo sobre la sumisión química que se celebró ayer en el congreso sobre la violencia contra las mujeres, el inspector jefe de la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de Marbella, José María Montero, aseguró que en todas las agresiones que se producen por sumisión química el alcohol está presente.