Las farmacias andaluzas deberán contar con espacios diferenciados para dispensar medicamentos y atender a los usuarios en el control de la tensión o el nivel de azúcar, entre otros servicios de asistencia a enfermos crónicos en caso de ofrecerlos. Aquellas que además fabriquen «fórmulas magistrales» requerirán un autorización específica y deberán contar con las instalaciones adecuadas para su elaboración y conservación.

El Consejo de Gobierno ha aprobado un decreto que regulará esta organización espacial de las boticas, que tendrán 18 meses para adaptarse desde su publicación en BOJA.

El objetivo es regular la ordenación de los espacios de las farmacias para los servicios cada vez más plurales que éstas ofrecen garantizando la intimidad y confidencialidad de los usuarios.