Los hijos de padres que justifiquen que por motivos laborales han tenido que cambiar de residencia o aquellos casos en los que la mudanza se deba a medidas de protección tales como las víctimas de violencia de género tendrán prioridad en el acceso a una plaza en un colegio de la nueva zona en la que residan. Educación amplía así los supuestos que dan prioridad en el proceso de escolarización, hasta ahora limitada a los alumnos procedentes de centros adscritos al solicitado (niños de centros que sólo tienen Infantil para acceder al colegio de Primaria adscrito o de colegios sin ESO para acceder al instituto correspondiente). La modificación del decreto que regula el proceso de escolarización también señala la posibilidad de ampliar la ratio, hasta el 10 por ciento marcado por la Lomce, para casos de traslados forzosos aunque desde la consejería dejan claro que dicha ampliación se realizará en el centro de la zona que decida la administración y no tiene por qué ser en el deseado por la familia en primer lugar.
Para gozar de esta prioridad en el proceso -para el resto de alumnos se mantiene el peso de los criterios de domicilio familiar y laboral o hermanos en el centro en función de los cuales se bareman las solicitudes cuando hay más demanda que oferta-, los progenitores o tutores del menor deberán acreditar el cambio de domicilio con un certificado histórico de empadronamiento así como en los casos en los que la mudanza obedezca a motivos laborales, un informe de vida laboral y un certificado del responsable de la empresa que justifique el carácter forzado del traslado. No obstante, también tendrán prioridad los niños que cambien de residencia al ser adoptados o acogidos en cualquier modalidad de protección.
Otra de las principales novedades es la eliminación de las listas de espera en los centros una vez cerrado el proceso ordinario de escolarización, es decir, cuando todos los alumnos admitidos ya han formalizado las matrículas. Hasta ahora, los niños que se habían quedado sin plaza en esos centros si surgía alguna vacante en el mismo se les llamaba dándoles la opción de cambiarse. Ahora, esas vacantes podrán ser asignadas a otros niños, por ejemplo aquellos que se cambien de domicilio durante el curso, ya que no se formará una lista de espera con los que se quedaron sin plaza.
En cumplimiento de la Lomce, la gestión del proceso de escolarización pasa de los Consejos Escolares a los directores de los centros, que serán los responsables de recoger las solicitudes y baremarlas para asignar las plazas según los puntos en virtud de los criterios establecidos por la administración y con la celebración de sorteos en caso de empate como hasta ahora.