Los taxistas de Málaga dejan su Feria y protestan en Sevilla

Alrededor de 200 taxistas procedentes de Málaga capital y varios municipios de la Costa del Sol se concentraron ayer a las puertas de la Consejería de Fomento y Vivienda en Sevilla para pedir una solución a lo que insisten en definir como «intrusismo» de los vehículos de la empresa operadora de licencias vehículo turismo con conductor (VTC) Cabify. Coparon –ordenadamente, en una doble fila organizada por la Policía Local– los alrededores de Santa Justa y contaron con la simpatía de los taxistas sevillanos, aunque no de una forma explícita con su apoyo en la concentración, a la que apenas se sumaron una decena de taxistas locales.

La temperatura del termómetro del conflicto sube o baja en función de la edad del conductor. En todo caso ayer el mercurio estaba bastante alto, toda vez que la llegada a Sevilla de los taxistas malagueños coincidía con una huelga indefinida que estos llevan manteniendo desde el inicio de la Feria en la capital de la Costa del Sol el pasado sábado. «El conflicto va a ir a más; esto solo se soluciona legislando a favor del taxi», decía ayer Paco, ya jubilado tras 40 años al volante y con el testigo cedido a su hijo.

«Nosotros pagamos impuestos, ellos no; nuestro seguro es a todo riesgo, el de ellos a terceros, nosotros cotizamos aquí, ellos lo hacen fuera de España». Marcos, de la Asociación Elite Taxi, desgranaba uno a uno, en forma de retahíla todos los argumentos en favor de su sector. A los de VTC solo les concedía el beneficio de una verdad incontestable: «Sí, sus coches son muy nuevos, porque acaban de empezar, a ver cómo están dentro de tres o cuatro años». «Hoy somos los de Málaga manifestándonos aquí en Sevilla pero el conflicto está generalizado e irá a más, porque las empresas de VTC quieren hacerse con todo el mercado», indicaba. En su caso opera en Marbella, «uno de los puntos más calientes del conflicto», por la gran afluencia de turistas durante todo el año.

También llegaron taxis ayer de Torremolinos, Fuengirola y Benalmádena, cuyos conductores permanecieron frente a la sede de la Consejería de Fomento y Vivienda sin cortar el tráfico mientras el titular de este departamento, Felipe López, se reunía con representantes de la Federación Andaluza del Taxi. Javi lleva siete años transportando a usuarios del taxi en Málaga. Pertenece a otra generación y, aunque preocupado, ve las cosas con algo más de calma. «El futuro pasa por la convivencia; por eso lo que nosotros pedimos es tan razonable; buscamos la igualdad. Ahora mismo ninguna de las plataformas provoca graves pérdidas a los taxistas, pero ellos están empezando a hacer campo, hay que regular antes de se queden no con una porción, si no con toda la tarta», argumentaba.

Tanto el presidente de la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT), Miguel Ruano, como el vicepresidente de la Asociación Unificada Malagueña de Autónomos del Taxi (Aumat), Juan González, salieron ayer satisfechos del encuentro con el consejero. Se ha abogado por generar un banco de datos sobre las licencias y la actividad para mejorar las tareas de inspección sobre las VTC, a través de una página web que controle la actividad de estos vehículos. El consejero ha pedido al Gobierno central que «ejerza sus competencias y cambie la normativa para cumplir la ley y para llegar al 1/30 de ratio, esto es, un vehículo VTC por 30 taxistas».

Junta y sector se han comprometido a mantener otra reunión el 15 de septiembre y se ha dejado claro que la comunidad autónoma tiene competencias en materia de inspección, junto a la Policía Local y la Guardia Civil de Tráfico, por lo que se intensificará las tareas de inspección en las VTC.