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El presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, posa con los nuevos altos cargos de su comité ejecutivo. / Daniel Pérez
La derecha no hace revoluciones. Ni siquiera cuando los sondeos –y el de ayer es uno de los que más predicamento tiene en la política andaluza– fotografían a un partido en caída sin freno, que tras 25 años de historia pesaría lo mismo en la oposición que Podemos, una formación que acaba de nacer.
El Comité Ejecutivo del PP andaluz aprobó ayer en Málaga, por unanimidad, la propuesta de su presidente, Juan Manuel Moreno, de renovar la estructura de la formación, reduciendo de nueve a cuatro las vicesecretarías, para ser más «ágil, funcional y operativa». De la dirección salen dirigentes como el exalcalde de Jaén José Enrique Fernández de Moya, Vanessa García, David Toscano, Miguel Ángel Torrico y José Jesús Gázquez. Y siguen personas muy vinculadas aún a la figura omnisciente del expresidente del partido, Javier Arenas, como Patricia del Pozo, Ana Mestre (muy vinculada a Antonio Sanz), Patricia Navarro y Carmen Crespo. Cualquier revolución en el PP andaluz pasaría por abrir una etapa posarenista, cosa que aún no ha sucedido.
Al frente de la secretaría general se mantiene Dolores López y Elías Bendodo seguirá siendo el portavoz de la formación. Ambos nombres habían sido contestados por un sector crítico en el partido que, habitualmente, no suele firmar sus críticas.
De López, apuntan que no es diputada ni juega el papel de referente político ante el resto de formaciones. López dejó el Parlamento por su incompatibilidad con el cargo de alcaldesa de Valverde del Camino (Huelva), y Moreno valora de ella su «lealtad» y el seguimiento del partido que hace en la retaguardia, sobre todo en los municipios pequeños, donde el PP apenas tiene arraigo. De Bendodo, los críticos dicen algo parecido: tampoco está en el Parlamento, es presidente de la Diputación de Málaga, y eso dificulta su papel de conducir y verbalizar la estrategia de oposición a la Junta. Moreno tiene absoluta confianza en él.
El PP-A ha hecho autocrítica, tras pasar de 50 a 33 diputados en las pasadas elecciones autonómicas, y ahora quiere refrescar la imagen del partido ante los andaluces, hacerlo más cercano a la calle, a los pueblos. Ya no está solo, pelea en el arco de la derecha con Ciudadanos, una formación que ha llegado de nuevas y le ha arrebatado casi un tercio de su electorado. La gente, según el último sondeo, ve en el partido de Albert Rivera una derecha más moderada que la que representa el PP.
Dos de los instrumentos del «nuevo PP andaluz», como lo llamó ayer Moreno, será el Agora Rural y la figura del diputado de proximidad, que estarán coordinados por la exalcaldesa de Torredonjimeno (Jaén), Maribel Lozano, y la exdelegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo.
De las cuatro vicesecretarias, al frente de Electoral y de Formación estará Patricia Navarro; de Organización Política y Municipal, Ana Mestre; de Política Institucional, Estudios y Programas, Patricia del Pozo, y de la vicesecretaria de Comunicación Social y Nuevas Tecnologías, Toni Martín.
A la cabeza de la Unión Intermunicipal, Moreno sitúa a la alcaldesa de Fuengirola, Ana Mula, mientras que Fernando Prieto, alcalde de Cabra (Córdoba), será el secretario de este órgano. El alcalde de Algeciras (Cádiz), José Ignacio Landaluce, presidirá el Comité de Gobiernos Locales, cuyo secretario será Ricardo Sánchez, regidor de Mairena del Alcor (Sevilla). El Consejo de Alcaldes estará presidido por el regidor de Estepona (Málaga), José María García Urbano, y el primer edil de Ayamonte, Alberto Fernández, será el secretario de este órgano.
El Comité Ejecutivo del PP andaluz aprobó ayer en Málaga, por unanimidad, la propuesta de su presidente, Juan Manuel Moreno, de renovar la estructura de la formación, reduciendo de nueve a cuatro las vicesecretarías, para ser más «ágil, funcional y operativa».