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Susana Díaz posa con su nueva Ejecutiva en la sede del PSOE-A en Sevilla. / Raúl Caro (Efe)
La dirección nacional del PSOE se volvió a parapetar este lunes en los acuerdos del 39º Congreso Federal para tratar de desactivar el aviso ayer de Susana Díaz de que antepondrá los intereses de Andalucía sobre los del partido en caso de tener que elegir. Las posiciones de la federación regional y Ferraz sobre la cuestión de la plurinacionalidad colisionan frontalmente sin que se atisbe ningún volantazo por ninguna de las dos partes que pueda evitar el choque.
«Nosotros defendemos una España federal en la que quede claro que hay diferentes sentimientos nacionales pero que eso no lleve a que haya una diferencia económica entre los españoles», dijo este lunes la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. La dirigente socialista aseguró que no se dará el caso de que en el PSOE haya que de decidir entre dos lealtades porque nunca se han hecho propuestas en las que «lo que sea bueno para un territorio sea malo para otro». Recordó además que el Congreso Federal es el «órgano más sagrado» por lo que las resoluciones que se adoptan son «de obligado cumplimiento» hasta el siguiente Congreso. Como portavoz de la Ejecutiva Federal, Lastra fue lo más comedida y diplomática posible para que el chisque de la plurinacionalidad no agrande las chispas más allá de lo que ya lo están. Sin embargo, otros miembros del equipo de Sánchez optaron ayer por hablar sin tantos miramientos.
El responsable de Transparencia, Odón Elorza, puso en duda la «legitimidad» de Susana Díaz, para cuestionar la propuesta de modelo de Estado cuando no se participó en el debate y no se asistió a las votaciones. El político vasco hizo mención a la salida prematura de la mayor parte de la delegación andaluza del Congreso justo en el momento en el que se votaba esta propuesta. La secretaria de Administraciones Públicas, Susana Sumelzo, llegó a decir que procura que no le molesten las cosas a las que no hay que prestar demasiada atención. Desde el PSOE-A se mantuvo ayer silencio sobre todas estas declaraciones.
«Nunca se ha dado el caso de que nadie incumpla las resoluciones congresuales y no se va a dar», aseguró ayer Lastra. Desde fuentes cercanas a Ferraz argumentan esta certeza dado que Díaz «está sola» en esta discrepancia. Explican como Ximo Puig, el líder de los socialistas valencianos y uno de los grandes promotores de la andaluza en el proceso de primarias, ha optado por aceptar el concepto propuesto por el secretario general Pedro Sánchez: «España es una nación de naciones, de nacionalidades, y no pasa nada». Apuntan a que en Extremadura, Guillermo Fernández Vara, otro de los que promocionó el susanismo más allá de Sierra Morena, tampoco tiene reparos en acatar la plurinacionalidad. Incluso ha integrado a sanchistas en su Ejecutiva regional. Y culminan su explicación con el hecho de que Emiliano García-Page, presidente de Castilla-La Mancha, ha quebrado otra de las conexiones con Díaz al ofrecer a Podemos la entrada de Podemos en su Gobierno.
«El discurso de Susana del domingo parece hecho desde una posición de fuerza que es ficticia. Perdió las primarias por un amplio margen y no tiene nadie que la respalde en su cruzada contra la plurinacionalidad. Son palabras de alguien que parece que no se ha dado o no quiere darse cuenta de que lo ocurrió el 21 de mayo».
Mientras, la secretaria general del PSOE-A presidió ayer la primera reunión de su recién nacida Ejecutiva Regional. «Estoy muy agradecida a mis compañeros y compañeras porque las muestras de cariño han sido enormes. Me he sentido arropada por todo el mundo», aseguró Díaz