Pagar más o ganar menos, el coste de conciliar

Conciliar la vida familiar, laboral y personal implica un reparto del tiempo diario lo más equilibrado posible entre cada una de esas facetas. Salvo prácticas aún minoritarias basadas en la flexibilidad normalmente del horario laboral para adaptarlo a las necesidades familiares y personales, en la práctica, la conciliación pasa la mayoría de las veces o bien por reducir las horas dedicadas al trabajo, con la consiguiente rebaja de sueldo, o bien por recurrir a servicios que cubren las horas que el trabajador no puede dedicar al cuidado de personas a su cargo o a las tareas domésticas. La disyuntiva por tanto es que conciliar cuesta no sólo esfuerzo sino dinero, bien porque se dejan de percibir ingresos o bien porque hay que pagar los servicios de apoyo en caso de no poder contar con la ayuda gratuita del entorno. Y en el primer caso los datos demuestran que son las mujeres las que cargan con esa reducción de ingresos al copar las excedencias laborales por cuidados de hijos o personas dependientes y los trabajos a tiempo parcial al acogerse a reducciones de jornada para ejercer esos cuidados.

Jornada reducida

Las mujeres copan el 96 por ciento de las reducciones de jornada en contratos a tiempo completo para el cuidado de menores y la última Encuesta de Población Activa (EPA), correspondiente al último trimestre del año pasado, revela que el 70 por ciento de los trabajadores andaluces con jornada a tiempo parcial son mujeres. El principal motivo general de los ocupados para tener este tipo de empleo es no haber podido encontrar un trabajo a jornada completa pero en el caso de las mujeres, la necesidad de cuidar a hijos o personas dependientes es la segunda causa más esgrimida mientras que en el caso de los hombres es la última, tras cuestiones como querer seguir algún tipo de formación e incluso simplemente no querer trabajar a jornada completa.

Reducir una jornada laboral a tiempo completo o tener directamente un trabajo a tiempo parcial conlleva, en cualquier caso, una merma de ingresos que como indican las estadísticas recae mayoritariamente en los hombros de las mujeres, además de la repercusión que pueda tener en la proyección profesional.

Excedencia

Es una opción intermedia a la de renunciar directamente a un sueldo ante la imposibilidad de conciliar. El año pasado, según los últimos datos publicados por el Ministerio de Empleo, se concedieron en Andalucía 5.272 excedencias por cuidados de hijos o personas dependientes, el 91 por ciento a trabajadoras (4.839 frente a 433 hombres).

Además, de los 778.800 andaluces que permanecían inactivos en el último trimestre del año para dedicarse a las labores del hogar, 704.000 son mujeres son mujeres.

Cuando se trata por tanto de renunciar a empleo y sueldo para ganar tiempo a la vida familiar, queda claro que, lejos de existir una corresponsabilidad entre hombres y mujeres, son ellas quienes asumen esta vía.

Guarderías

La otra opción para la conciliación, y en la que se centran las políticas públicas que buscan acabar con las desigualdades laborales, se centra en los servicios dirigidos a ofrecer un apoyo a las familias allí donde éstas no pueden llegar.

En el caso de Andalucía, la apuesta es ampliar la oferta de plazas escolares para los niños más pequeños, de 0 a 3 años (una etapa que no es obligatoria ni gratuita) y en servicios complementarios del sistema educativo a través del plan de apertura de centros. Incluso la reforma de la Ley de Igualdad, aún en tramitación, contempla que las empresas con más de 500 trabajadores deban contar con guardería para los hijos de sus empleados.

Precisamente este año la Junta ha modificado el sistema de financiación de las escuelas infantiles, no sin polémica por la precipitación y falta de consenso con el sector, para abrir las ayudas a esta etapa no sólo a los centros públicos y aquellos con convenios con la consejería sino a cualquier guardería privada que quiera adherirse a colaborar con la Junta. Pretende así ofertar 110.000 plazas subvencionadas para el primer ciclo de Infantil, 12.000 más que en el presente curso. Pese al descenso demográfico, la ampliación de la oferta en esta etapa es un compromiso del Gobierno andaluz en el marco de las políticas de conciliación y de hecho la UE marca como objetivo para 2020 que los países miembros oferten puestos para al menos un 33 por ciento de los niños de 0 a 3 años, cobertura que Andalucía ya supera este curso y aumentará con estas 12.000 plazas.

Las escuelas infantiles que se adhieran a este modelo tendrán que ofertar sus plazas al precio público fijado por la administración, 209,16 euros mensuales (un precio que lleva congelado desde 2009), aunque por primera vez podrán rebajarlo hasta un 15 por ciento, un aspecto criticado por varias patronales del sector y por la oposición que consideran que abre la vía a una «guerra de precios» con la posible merma de la calidad del servicio. En función de su renta, las familias recibirán becas sobre este precio que también se han modificado ya que hasta ahora podían tener bonificado el 25, 50, 75 o 100 por ciento del coste de la guardería y con el nuevo modelo podrán obtener becas por el valor del 10, 20, 30, 40, 50, 60, 70, 80, 90 o 100 por cien. La Consejería de Educación estima que 43.000 niños tendrán plaza de guardería gratis.

Comedor escolar

Tanto en las escuelas infantiles como en los colegios, se ofertan servicios complementarios sobre los que también se aplican bonificaciones. Los principales servicios de este tipo, que cubren un horario no incluido en la jornada lectiva, son el aula matinal, el comedor y las actividades extraescolares vespertinas (en el caso de las escuelas infantiles, el taller de juego).

El comedor escolar es el servicio más demandado. En el presente curso, 182.000 alumnos almuerzan a diario en su centro escolar. Que un colegio disponga o no de comedor escolar es uno de los principales criterios por los que las familias lo eligen. Actualmente cuentan con este servicio 1.916 centros escolares sostenidos con fondos públicos, el 63,5 por ciento del total. El próximo curso la Junta prevé ofertar 188.500 plazas.

En el primer ciclo de infantil el precio del comedor, que en este caso es fijo y las guarderías no podrán bajar, es de 69,72 euros mensuales mientras que en el resto de etapas está fijado en 4,5 euros al día.

La renta determina el acceso a bonificaciones sobre el precio de este servicio y según la Junta más de la mitad de los escolares lo tienen gratis y un 80 por ciento no paga el precio completo. Pero dado que las plazas no cubren la demanda existente, la posibilidad de llevar al niño al comedor no depende de la renta familiar sino que en este caso se prima sobre todo las necesidades de conciliar. Por ello tienen preferencia las familias en las que los dos progenitores trabajan y se tiene en cuenta el horario laboral de los padres.

Aula matinal

En las escuelas infantiles, el servicio socioeducativa prestado comienza a las 7.30 horas y en el caso de los niños que se queden en el comedor, termina a las 17.00 horas. Pero en los colegios de Infantil y Primaria el horario lectivo comienza a las 9.00 horas por lo que se ofrece un servicio de aula matinal a partir de las 7.30 horas cuyo precio para los centros públicos y concertados es de 15,4 euros mensuales (también está congelado desde 2009). Al igual que ocurre con el comedor, las familias tienen derecho a bonificaciones sobre ese precio según su renta que pueden llegar hasta el 100 por cien (el 36,83 por ciento de los alumnos que acuden al aula matinal disfruta de su gratuidad). En el curso actual hay 1.538 colegios andaluces que ofertan este servicio, el 72,7 por ciento del total, con un total de 96.000 plazas.

Actividad extraescolar

En las escuelas infantiles, existe la posibilidad de ofertar un taller de juegos de 17.00 a 20.00 horas cuyo precio público es de 55,34 euros al mes, pero pocas lo tienen y no es muy demandado. En cambio las actividades extraescolares de tarde en colegios e institutos sí son habituales. Este curso las ofertan 1.996 centros, el 66,1 por ciento del total. Su precio en los centros públicos y concertados es de 15,4 euros y también puede ser bonificado hasta la gratuidad de la que disfrutan este curso el 55,75 por ciento de los escolares que asisten.

Al margen de los centros escolares, las familias echan mano de un sinfín de actividades privadas deportivas y académicas o de la ayuda de abuelos y otros familiares para el cuidado de los hijos cuando su jornada laboral no coincide con el horario lectivo.