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Juan Manuel Moreno Bonilla, presidente del PP-A, fue entrevistado ayer en Canal Sur. / Europa Press
Ricos, muy ricos, muy muy ricos, no ricos, sólo un 7 por ciento de los andaluces, la clase media y trabajadora... ¿A quién afecta de verdad el Impuesto de Sucesiones? PP-A y PSOE-A siguen a la gresca a cuenta de este tributo que se ha convertido en la Cataluña de la política andaluza pues no hay día que uno y otro no salga al foro público a dejar en entredicho la opinión del contrario. Entre dos aguas se mantiene Ciudadanos, que trata de ser el partido que se ponga la medalla de haber sido el que propició el paso de la tasa a la otra vida mientras populares y socialistas se zurran.
El PP-A afila sus propuesta de bonificación del 99 por ciento del impuesto, reservando una tributación simbólica del 1 por ciento a efectos de control y lucha contra el fraude fiscal, en busca de mantener el pulso ciudadano que se ha originado detrás de esta cuestión. Para ello, su presidente, Juan Manuel Moreno Bonilla, insiste en que abordar el Impuesto de Sucesiones no es cosa que sólo afecte a millonarios, ricos o VIPS, «grava a las clases medias y trabajadoras. Si se va el rico a pagar menos a otra comunidad, pierde el fisco andaluz y en segunda instancia la clase trabajadora porque se deja de invertir ese dinero en los servicios», aseguró el líder regional del PP en una entrevista a Canal Sur Radio. Rechazó, además, que esta cuestión sea «artificial» puesto que se ha demostrado por la movilización ciudadana y en las encuestas que es un problema que preocupa a la gente.
Ante estas declaraciones, el secretario de Organización del PSOE-A, Juan Cornejo, pidió al PP-A que «deje de mentir» sobre este asunto ya que «sólo afectó al 7 por de los andaluces, el 2 por ciento de parientes directos». El dirigente socialista llegó a decir ayer que los populares tienen «un carajal tremendo» con la reforma de este tributo. Se refiere Cornejo a las declaraciones el domingo del portavoz del PP-A, Elías Bendodo, que propuso que la bonificación del 99 por ciento se haga de forma progresiva: en las cuentas de 2018 se incluya una bonificación del 25 por ciento, en 2019 otro 25 por ciento, en 2020 otro 25 y en 2012, un 24. «¿Quién lleva la razón, Moreno o Bendodo?», se preguntó Cornejo. Moreno Bonilla no hizo referencia alguna en la entrevista de Canal Sur a esta propuesta e insistió en la bonificación al 99 por ciento sin plazos. Lo que sí apuntó es la posibilidad de establecer un mínimo exento para nietos y sobrinos, como ya se ha anunciado en la Comunidad de Madrid.
Recordó también como Ciudadanos nunca ha tenido en su agenda la reforma de Impuesto de Sucesiones, como demuestra el hecho, según apuntó, de que no la incluyó en el pacto de investidura «lo hizo después porque se ha dado cuenta que es un problema».
A los socialistas no les ha gustado nada que el PP haya puesto como condición para sentarse a hablar de los Presupuestos que se elimine el Impuesto de Sucesiones y Donaciones, aunque en este sentido no parece haber mucha diferencia con el planteamiento de Ciudadanos que considera indispensable aumentar el mínimo exento al millón de euros para pactar los presupuestos con el PSOE-A.
Cornejo considera que a Moreno Bonilla «no le interesa» hablar de nada más que no sea la supresión de ese impuesto, «le importan tres cominos el resto de la políticas». El PP-A insiste en que apoyaría los presupuestos si además del Impuesto de Sucesiones se propone un nuevo modelo de gestión en materia sanitaria, nuevo modelo de organización educativo y un nuevo modelo fiscal.