Premio al carisma hospitalario

La Orden de San Juan de Dios, creada hace casi cinco siglos por Juan Ciudad en Granada, recibe el Premio Princesa de Asturias de la Concordia

02 sep 2015 / 22:56 h - Actualizado: 03 sep 2015 / 09:55 h.
"Premios Princesa de Asturias"
  • Imagen histórica del Hospital de San Juan de Dios en Granada, el primero de la Orden. / El Correo
    Imagen histórica del Hospital de San Juan de Dios en Granada, el primero de la Orden. / El Correo
  • Con la crisis, se han creado comedores sociales. / F. J. Jiménez
    Con la crisis, se han creado comedores sociales. / F. J. Jiménez
  • Miguel Parejo, fallecido por ébola. / Efe
    Miguel Parejo, fallecido por ébola. / Efe

Más de 460 años después de que Juan Ciudad (Montemayor el Nuevo, 1495-Granada, 1550 ) iniciara, con un hospital en Granada, una obra de atención a los enfermos y excluidos, la Orden de San Juan de Dios, que hoy trabaja en 53 países bajo el principio del «carisma de la hospitalidad», ha sido galardonada con el Premio Princesa de Asturias de la Concordia por su «ejemplar labor asistencial desarrollada a lo largo de cinco siglos». El reconocimiento llega un año después de que la muerte del hermano Miguel Pajares en Madrid, tras ser extraditado al contagiarse de ébola en un hospital de la Orden en Monrovia (Liberia), hiciera que el mundo occidental tomara conciencia de una epidemia que se llevaba a cientos de miles de vidas en África. Un año después, cuando les toca de nuevo llorar pero esta vez de alegría, los hermanos de San Juan de Dios no han dudado en dedicar el premio a sus compañeros que dieron la vida por cuidar a otros enfermos de ébola y cuyas muertes –hasta 18 religiosos fallecieron solo en Monrovia– no fueron en vano a tenor de que hoy la epidemia está casi erradicada y se trabaja en una vacuna tras la concienciación del mundo.

La Orden de San Juan de Dios nació a mitad del siglo XVI a partir de la obra del portugués Juan Ciudad, que acabó con sus huesos en el manicomio del hospital real de Granada tras sufrir una exaltación mística al escuchar un sermón de Juan de Ávila. Allí tomó conciencia del trato de la época a los enfermos mentales y fundó, gracias a benefactores como los Pisa de Granada, un hospital que aún hoy funciona en el mismo edificio. Curiosamente, como otros muchos, la Orden lo perdió en la desamortización de Mendizábal de 1835 y en abril de este año, la Diputación le cedió la última parte del edificio. San Juan de Dios, copatrón de Granada (la Orden tiene por símbolo esta fruta), no lo llegó a ver acabado. Murió de pulmonía por rescatar a un joven que se ahogaba. Pero su espíritu caló en una comunidad que hoy sigue junto a los más débiles en más de 350 obras asistenciales.