PSOE y Cs bautizan los presupuestos más prematuros

El pacto de ambos partidos rechaza las enmiendas a la totalidad de PP-A, Podemos e IU. Los populares insisten en el diálogo. Los socialistas creen que es «una farsa»

26 oct 2017 / 08:18 h - Actualizado: 26 oct 2017 / 08:20 h.
"Junta de Andalucía","Presupuestos"
  • La consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, criticó ante el Pleno del Parlamento la «obsesión» del presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, con la presidenta de la Junta, Susana Díaz. / Efe
    La consejera de Hacienda y Administración Pública, María Jesús Montero, criticó ante el Pleno del Parlamento la «obsesión» del presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno, con la presidenta de la Junta, Susana Díaz. / Efe

La importancia de un debate en el Parlamento de Andalucía se mide por la cantidad de veces que las señorías que intervienen en él golpean con sus nudillos en el estrado. Ayer el clac, clac, la onomatopeya del gesto sonó en numerosas ocasiones. La maratoniana sesión en la que se discuten las enmiendas a la totalidad de los Presupuestos para el año siguiente es una de las citas soberanas del curso político. PSOE y Cs dieron su apoyo a las cuentas de 2018, rechazando las enmiendas a la totalidad de PP-A, Podemos e IU.

Y por esa misma trascendencia llegó la primera bronca de la tarde. El presidente del PP-A, Juan Manuel Moreno Bonilla, reprochó a la presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, que no subiera a la tribuna a defender las cuentas que presentaba su Gobierno. La jefa del Ejecutivo escuchó el discurso de su consejera de Hacienda, María Jesús Montero, y casi sin tiempo para aplaudirla marchó a su despacho para seguir allí el debate. «No es tolerable que la presidenta no esté presente en el debate, no creo que tenga una cosa más importante que hacer que seguir el debate desde su escaño», reprochó el líder regional de los populares.

Así que Moreno Bonilla defendió la enmienda a la totalidad del PP dirigiéndose «a la señora Díaz que estaría tomándose una infusión en su despacho». Para la consejera fue «una falta de respeto» que la obviara en su intervención, además le recordó que en el debate de Presupuestos Generales del Estado es el ministro de Hacienda el que defiende el proyecto de ley y no el presidente del Gobierno.

Montero insistió al comienzo de su intervención en el argumento de que los presupuestos son «un elemento de estabilidad, en días de incertidumbre ante la encrucijada del desafió independentista catalán». La estrategia de la responsabilidad de Estado ha servido al PSOE-A para tratar de arrinconar a los partidos que no apoyan estas fuerzas en el rincón de los malos, el PP-A atisbó la maniobra y ha tratado de incorporarse al acuerdo entre socialistas y Cs para no quedar retratado a causa de este planteamiento, pero un acuerdo entre PSOE y PP en Andalucía no se despacha en unos días después de trienios y trienios de confrontación. Ninguno se fía del otro.

El presidente del PP-A responsabilizó a la «soberbia» de Susana Díaz la presentación de la enmienda a la totalidad. Aprovechó la ocasión para enmendar a la totalidad la gestión de la presidenta de la Junta: «Es un rechazo a una actitud, a un rodillo que aplasta a todo lo que viene del adversario», le dijo a Díaz, aunque Díaz no estaba allí.

La consejera de Hacienda acusó a Moreno Bonilla y al PP andaluz de ser «un freno a la convergencia de Andalucía». Montero recordó al dirigente popular asuntos como el decreto de las 35 horas o la falta de inversiones del Gobierno central en Andalucía como ejemplos de la falta de compromiso con Andalucía.

Pese al desencuentro evidente, el PP andaluz volvió a reiterar su oferta de diálogo, que con la ya inevitable enmienda a la totalidad, queda limitada a la tramitación de las enmiendas parciales, «de nuevo le tiendo la mano. En momentos trascendentales la política económica no puede estar en mano de la propaganda», le dijo a Díaz, aunque Díaz no estaba allí.

Montero presentó las cuentas más gruesas de los Presupuestos, datos que casi todos ya se conocían. Sí que subrayó en su intervención cuestiones como las partidas dedicadas a fomento del empleo y las inversiones, cuestiones en los que los partidos de la oposición han hecho más críticas en las últimas semanas.

También hubo tiempo para que la consejera y Moreno Bonilla discutieran sobre la reforma del Impuesto de Sucesiones. La Junta defiende que «no hay trampa ni cartón» en el pacto con Cs sobre la modificación del tributo y el líder del PP insistió en «la trampa» del Gobierno andaluz al valorar a lo alto «los bienes que se heredan, destroza la vida de las personas, han elegido a sus víctimas. Usted le mete la mano en la cartera a los andaluces», acusó a Díaz, aunque Díaz n estaba allí. «La reforma del Impuesto de Sucesiones le ha cogido colgado de la brocha», le respondió la responsable de Hacienda, golpeando sus nudillos contra la madera del estrado de la Cámara.

Carmen Lizárraga, portavoz de Economía de Podemos, reprochó las prisas con la que el Gobierno andaluz ha presentado sus cuentas en el Parlamento, acortando los tiempos a la oposición para que estudie los presupuestos y presenten sus enmiendas. La formación morada califica el proyecto de ley como «electoralista y triunfalista. Son cada vez menos sociales. Practican una política a la derecha, pero que no se note. Cs se ha convertido en cómplice del mantenimiento susanista», dijo Lizárraga.

Podemos fundamentó su enmienda a la totalidad de los presupuestos por la baja ejecución de las cuentas de 2017, que en algunos casos no ha llegado al 50 por ciento. La consejera ejemplificó en la interpretación que hace Pablo Iglesias de las movilizaciones del 4D la falta de proyecto de su fuerza política en Andalucía, «si no conocen la Historia, es muy complicado que tengan un camino y un carril por el que dirigir a esta comunidad».

Elena Cortés, diputada de IU, justificó la enmienda a la totalidad de su grupo porque «no sacan a Andalucía de la pobreza ni profundizan en el cambio de modelo productivo». La coalición de izquierdas reprochó a la Junta que publicite estas cuentas como una «herramienta de estabilidad para Andalucía y para España». IU entiende que la estabilidad se genera cuando se combate la pobreza, la desigualdad y el desempleo.

Por su parte, la consejera de Hacienda planteó a Elena Cortés de que en caso de que IU aún estuviera en el Gobierno, el presupuesto que hubiese presentado el Gobierno hubiese sido «muy parecido».