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El doctor Jesús Candel encabezó la manifestación en Granada. / Pepe Torres (Efe)
La china en el zapato de Susana Díaz a cuenta de las fusiones hospitalarias va camino de convertirse en un pedrusco de consideración. Después de tres manifestaciones multitudinarias en Granada en el plazo de 40 días y el añadido de concentraciones similares en Huelva por el mismo motivo, la presidenta de la Junta se encontró también ayer con el toque de atención del alcalde socialista de Granada, Francisco Cuenca, y de Ciudadanos, el partido que sustenta con su apoyo a Díaz en el Gobierno. «La Junta debe rectificar y dar marcha atrás en materia sanitaria. Hay cosas que no se están haciendo bien en provincias como Granada, Huelva, o Málaga», aseguró ayer Juan Marín, el portavoz parlamentario de C’s.
La Junta ya recibió un revés del Parlamento sobre este asunto a finales de octubre cuando el Pleno aprobó una propuesta de Podemos en el Debate sobre el Estado de la Comunidad que salió adelante con los apoyos de PP-A e IU. En esa votación, que sólo contó con el rechazo del PSOE-A, Ciudadanos se abstuvo, pero parece que la movilización social que se ha producido en las últimas semanas ha llevado a la formación naranja a tomar una posición más beligerante contra la Junta de Andalucía a cuenta de las fusiones hospitalarias.
«Cuando miles de granadinos salen a la calle, el alcalde está con ellos», dijo ayer Francisco Cuenca, alcalde socialista de Granada, que pidió ayer abiertamente a la consejería de Salud que rectifique y dé marcha atrás en su estrategia de fusionar los hospitales de la capital. El regidor anunció que está en contacto con la Junta para presentar un documento que sirva de base para iniciar una negociación. Cuenca accedió a la alcaldía después de que precisamente Ciudadanos le diera su apoyo tras la imputación de José Torres Hurtado (PP) por una presunta ilegalidad urbanística. Por tanto, el socio del PSOE en la Junta de Andalucía y en el Ayuntamiento de Granada parece haber cruzado a la acera contraria a la que deambula Susana Díaz en este asunto. La presidenta de la Junta se mostró dialogante en este asunto: «El Gobierno andaluz puede cometer errores y realizar actuaciones que deberíamos explicar mejor. Vamos a estar dispuestos a escuchar, a atender, a cambiar lo que haga falta y a mejorar en lo posible los servicios que prestamos», dijo en el Parlamento.
Más allá de esta demostración de diálogo, los movimientos de la Junta se han limitado a la destitución de Manuel Bayona, director gerente del Complejo Hospitalario Universitario de Granada, aunque su sucesora Cristina López Espada también parece alineada en el bando de los que apoyan la fusión de hospitales.
El consejero de Salud, Aquilino Alonso, repitió ayer casi palabra por palabra las declaraciones de Susana Díaz, es decir, la Junta escucha y está atenta a las quejas de los ciudadanos. A continuación reprochó a PP y Podemos la «impresentable» politización de determinadas acciones.
En cuanto a las tres manifestaciones, explicó que se trata de tres casos «diferentes». Así, en cuanto a Málaga «no hay prevista fusión de hospitales», sino que se trabaja «en la revisión de plantillas y las necesidades de cubrirlas». En Granada la apertura de un gran hospital «condiciona una reorganización de la atención sanitaria». La Junta trabaja para solucionar aspectos como la atención urgente y la revisión de la cartera de servicios. En cuanto a Huelva, se trata de una fusión hospitalaria que lo que pretende es «aumentar la cartera de servicios para la ciudad».