Susana Díaz anticipa sus «ganas» de dar la batalla por liderar el PSOE

En un multitudinario acto en Madrid con alcaldes no anuncia su candidatura a las primarias pero deja ver que está «animada» y le «encanta ganar»

11 feb 2017 / 19:36 h - Actualizado: 12 feb 2017 / 12:33 h.
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  • Unas 4.000 personas, entre ellos un millar de alcaldes, abarrotaron el Pabellón de la ONCE y aclamaron a Díaz. / Emilio Naranjo (Efe)
    Unas 4.000 personas, entre ellos un millar de alcaldes, abarrotaron el Pabellón de la ONCE y aclamaron a Díaz. / Emilio Naranjo (Efe)

Pedro Sánchez eligió hace dos semanas el feudo sevillano de Susana Díaz para anunciar su candidatura a la Secretaría general del PSOE. La lideresa de los socialistas andaluces viajó ayer a Madrid, patria que no feudo, de Sánchez para hacer una demostración de fuerza y dejarse querer por unos 4.000 asistentes, entre militantes y alcaldes socialistas. Sánchez se hizo de rogar pero acabó su intervención en Dos Hermanas, entre gritos de «dilo ya» de sus fieles, anunciando que «es el momento de comprometerse, de dar lo mejor de mí mismo, no soy el mismo de hace tres años, tengo más experiencia y más ganas que nunca. Seré vuestro candidato a la Secretaría general». Díaz también esperó al final de su intervención para hacer una declaración interpretada como el anticipo de su intención de concurrir a las primarias socialistas. «Sabéis perfectamente que si hoy os digo que tengo fuerza, que tengo ilusión, que tengo ganas, que estoy animada, que me encanta ganar, eso va de suyo. Lo que quiero es que mi partido tenga fuerzas, que le diga a este país lo que quiere hacer con él, que se apoye en sus alcaldes y que le diga al conjunto de los ciudadanos que estamos aquí de pie», fue el mensaje más claro a falta de un anuncio explícito que se prevé postergue hasta primeros de marzo, una vez pasada la cita institucional del Día de Andalucía, el 28F.

En un Pabellón de la Fundación ONCE abarrotado, donde no faltaron la mayoría de los regidores de Sevilla y Andalucía, Díaz fue presentada por el organizador del acto, el alcalde de Vigo y presidente de la FEMP, Abel Caballero, como «lo mejor que tiene este partido». El lema oficial era Ayuntamientos socialistas comprometidos con la gente, pese a que el plato fuerte era una presidenta autonómica que hace mucho que dejó la política municipal (fue concejal de 1999 a 2004). Desde el principio el acto se presentó como una manifestación de apoyo a la previsible rival de Patxi López y Pedro Sánchez en las primarias para liderar el PSOE. El hecho de que Díaz no sea aún candidata oficial ha rodeado de oscurantismo la información sobre la financiación del acto y de los autobuses movilizados para llenarlo en agrupaciones socialistas de toda España –según Caballero, todo fruto de donaciones voluntarias– o la selección de los regidores invitados. Preguntado por las ausencias de insignes regidores, sanchistas declarados, como el nazareno Francisco Toscano (el alcalde socialista más longevo de España), se limitó a sonreír y señalar la amplia presencia municipalista.

Si Pedro Sánchez se presentó como el «candidato de la militancia» y apeló a las bases como la «máxima autoridad del PSOE» que a su juicio el aparato –representado por Díaz y la gestora– quiere silenciar, la presidenta andaluza dejó claro que en su carrera a Ferraz se apoyará en quienes ganan elecciones y ostentan el poder municipal. «¡Vosotros sois la fuerza! ¡Esto es el PSOE y por el PSOE adelante! Vamos a hacer un buen congreso para hacer un buen camino para este país», cerró su discurso ante un pabellón en pie y entregado que interrumpió varias veces sus palabras con aplausos. Previamente defendió que ganar las elecciones municipales y autonómicas, para lo que prometió «empujar», es el primer paso para vencer en las generales y recuperar el Gobierno de la nación. Y así fue, recordó, con Felipe González en 1982 y con José Luis Rodríguez Zapatero en 2004. «Siempre acabamos ganando después, no falla. Siempre ha sido así y seguirá siendo así», zanjó.

Simbolismo interno

Todos y cada uno de los momentos del acto estuvieron cargados de simbolismo interno, desde el abrazo ante las cámaras al exlíder del PSOE madrileño Tomás Gómez, defenestrado por Sánchez en un golpe de mando durante su liderazgo, a la elección de una alcaldesa catalana, la de Gimenells y Pla de la Font (Lleida), Dante Pérez, para abrir el acto. El PSC es una de las federaciones más contrarias a Díaz y afines a Sánchez aunque su participación en las primarias está aún por dilucidar.

Díaz hizo un discurso en clave nacional, defendiendo los logros del PSOE en la oposición para obligar a Rajoy a dar pasos como subir el Salario Mínimo o paralizar las reválidas de la Lomce. Una labor de oposición ante la que instó a sus compañeros a no agachar la cabeza y a no dejarse «acomplejar» ni por los que están celebrando este fin de semana el congreso de la «apatía» y la «resignación, en alusión al PP, ni por los que «galoparon sobre la indignación» y, a la hora de la verdad, «han dado la espalda» a la gente, en referencia a Podemos.

En unos momentos en los que «los populismos de derecha siembran el miedo» y los de «populismos de izquierda siembran la ira», defendió que los socialistas van a sembrar «esperanza y confianza». «Que sepan bien que nosotros no vamos a estar agachados, que nos vamos a levantar», arengó a un público que le gritaba «presidenta». «Todos vamos a empujar para ganar las próximas elecciones municipales y después, las generales. Lo vamos a hacer muy pronto», subrayó.