El PSOE ha conservado finalmente la Alcaldía de Torremolinos gracias al voto de una exedil de Vox, Lucía Cuín. Lo que parecía imposible tras los resultados del 26-M, que permitían gobernar al Partido Popular con el apoyo de Ciudadanos y Vox, ha sido posible debido a la expulsión de Cuín hace unos días de su partido por participar en un acto del Orgullo LGTBI. Dejó el partido, pero se negó a devolver su acta. Y finalmente su voto ha sido decisivo. Su apoyo, junto al de la representante de Por mi Pueblo, Avelina González y los tres de Adelante Torremolinos, han permitido al socialista José Ortiz mantener la alcaldía que ha ostentado los últimos cuatro años. PP y Ciudadanos habían llegado esta semana a un acuerdo de gobernabilidad que no les ha servido para nada.
«Nos han metido un gol», adelantaban esta semana fuentes de Vox cuando ya planeaba la sombra de un acuerdo a cuatro bandas entre PSOE, Adelante Torremolinos, Por mi pueblo (cuyo presidente es Pedro Fernández Montes, que fue alcalde del municipio por el PP durante 20 años) y la representante no adscrita Cuín. La ya exconcejal de Vox fue expulsada de la formación el pasado 5 de junio «por participar y mostrar su apoyo explícito a un evento promovido por el lobby LGTBI», un hecho que no fue autorizado «en ningún caso» por la formación liderada por Santiago Abascal.