Menos hormigón y menos ladrillos. El II Congreso Internacional y IV Nacional de Construcción Sostenible y Soluciones Eco-eficientes, clausurado el pasado 27 de mayo en Sevilla, se saldó con conclusiones como que el futuro de la arquitectura y de los arquitectos pasa por una construcción verde, que no tiene por qué ser más cara, y que, por ejemplo, emplee cementos fotocatalíticos que se blanquean con el sol, es decir, que se autolimpian (como el edificio Cajamar en el PITA de Almería). O usar cáscara de arroz para dar cuerpo a la escayola de falsos techos o, como en Buenos Aires, que se utilicen para los cerramientos de las fachadas, en vez de ladrillos, bloques con residuos como poliestireno expandido (poliespan).
El 42 por ciento de los participantes en este congreso procedían de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador y México. En total, 320 asistentes llenaron el aforo del salón de actos Manuel Trillo de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Sevilla entre investigadores, profesionales, alumnos de los últimos cursos de carreras técnicas y el comité científico-técnico constituido por miembros de, además de los citados países, Polonia y Portugal.
Entre las principales conclusiones está que la rehabilitación ecoeficiente de edificios y de barriadas se ha convertido «en un nuevo paradigma para los agentes del sector de la edificación, que es la principal salida profesional a día de hoy y en los años venideros y que rehabilitar de forma más eficiente y comprometida con el medio ambiente es no sólo la salida a la crisis del sector de la construcción, sino la principal forma de preservar los recursos de la naturaleza».
Así lo explica Pilar Mercader, directora de este congreso, quien defendió en declaraciones a este periódico que construir y rehabilitar de forma eficiente «no es más costoso, sino más rentable y amortizable en un período máximo en tres años y repercute en la minimización de los gastos de la economía familiar», ya que permite consumir menos energía en cuestiones como la calefacción-climatización.
Otras de las conclusiones del congreso es que se deben fabricar materiales novedosos que incorporen RCD (residuos de construcción y demolición) como materia prima en su composición, en sustitución de materiales convencionales, para ser utilizados en fachadas, revestimientos y como entrevigado de estructuras.
Además, los expertos añaden que hay que trabajar en la envolvente de los edificios para la mejora de su eficiencia energética y que ésta ha de pasar por una concienciación social de los usuarios. Es más, pronosticaron que el correcto mantenimiento de los edificios tendrá una repercusión importante en las futuras políticas medioambientales, como se plantearon en los edificios recientemente construidos por la Universidad de Sevilla.
Más investigación
Esta cumbre sirvió no sólo para plantear las técnicas más avanzadas en la construcción sostenible, sino que también generó compromisos de colaboración interuniversitaria entre la institución sevillana y los representantes de las diferentes universidades lationamericanas, como la de Buenos Aires, con la que la Universidad de Sevilla ha firmado un convenio específico de investigación con el que se intercambiarán y aplicarán en cada país las investigaciones pioneras de cada universidad.
Entre los expertos que participaron estaban, entre otros, Xavier Ferrés, actual premio Mies Van Der Rohe 2015; Albert Cuchis, presidente del Green Building Council España, y Waldo Bustamante de la Universidad Católica de Chile.