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El 13 de junio de 2014 se firmó la venta del Caja a Jefferson Capital Funding.
Situación límite en el Baloncesto Sevilla. Situación extremadamente complicada, salvo que Caixabank reconsidere la postura que ha trasladado al club sin medias tintas. La entidad bancaria recuperará la propiedad justo dentro de un mes, el 30 de junio. Así lo estipula una cláusula del contrato con el fondo de inversión estadounidense Jefferson Capital Funding, que tiene hasta entonces para aportar 500.000 euros. Jeffrey Meythaler ya ha trasladado que no lo hará. Para entonces debe haber un nuevo comprador, o en su defecto, un patrocinador principal que aporte un mínimo de dos millones de euros. Si no es así, el banco tiene decidido resolver el contrato de patrocinio que tienen con el club y abriría, como propietario, un proceso de liquidación de la entidad. En el club hay en estos momentos parálisis absoluta en todos los departamentos, puesto que, a día de hoy, no hay presupuesto para la próxima temporada.
De momento no se ha planteado una solución intermedia, como sería que Caixabank, que en definitiva fue quien cometió el error de ceder el club a Jeffrey Meythaler cuando había otras propuestas sobre la mesa, avale un presupuesto mínimo (unos 3,5 millones) con el que afrontar la temporada 2015-16, evitando así la desaparición del Caja, marcando un nuevo plazo, con nuevos gestores, para emprender la búsqueda de otro propietario y/o los patrocinios que pudieran apuntalar la viabilidad en los siguientes años. De hecho, como hizo público el presidente del club, Fernando Moral, Caixabank no habría descartado seguir como patrocinador más allá del compromiso de tres años que acordó con Jefferson Capital, que ha devorado, en una temporada, dos tercios de las cantidades comprometidas en el trienio (alrededor de 4’2 millones ha sido el presupuesto de este año). Ahora sólo está dispuesto a aportar 1,5 millones, con lo que para poder salir a la ACB con unos mínimos se necesitan otros dos.
Cierto es que el club cuenta con el traspaso de Kristaps Porzingis, que dejaría en cuenta 800.000 euros si firma con una franquicia NBA, como es su objetivo tras el draft del 25 de junio. Es el jugador el que tendría que hacer frente a ese pago, porque en la NBA no se pagan indemnizaciones, a descontar de su contrato garantizado de tres años como todos los jugadores elegidos en la primera ronda. Mientras más alta sea la elección, más dinero en su contrato (la octava plaza, la que le adjudican los expertos, está retribuida con unos 7 millones de dólares brutos). Con ese dinero, es posible que si Caixabank o el propio club hallan un patrocinio de alrededor de un millón de euros, pueda haber una solución. Pero esto es una mera especulación.
Todos los esfuerzos se concentran en encontrar un propietario. La planificación deportiva está en stand by. Como no hay presupuesto no se pueden firmar contratos ni renovaciones, ni plantear ofertas. Pero es un problema menor. Fernando Moral ha contactado con las administraciones públicas. El problema es que, tanto en el ámbito de la empresa privada como en la esfera pública, los presupuestos están cerrados desde hace meses. Coincide que, tras las recientes elecciones, ni hay alcalde en el Ayuntamiento ni presidenta en la Junta de Andalucía. Y ya no son tiempos en los que el dinero público sale al rescate de clubes profesionales. Es más, el Caja, que ingresa solo unos 200.000 euros por abonos y entradas (sobre el 4,5% del presupuesto) ha pagado este año 300.000 euros en concepto de alquiler del pabellón de San Pablo, la misma cifra, que, por ejemplo, cuesta la cantera. ~