Bulla en honor al poeta de ‘La Calzá’

Alrededor de medio millar de personas, incluido el alcalde Juan Espadas, se dio cita en el acto de rotulación de la calle Pascual González en su barrio natal, donde no faltaron las sevillanas

21 feb 2017 / 19:49 h - Actualizado: 21 feb 2017 / 20:54 h.
"Sociedad","Juan Espadas"
  • Centenares de vecinos y amigos del artista se dieron cita en el barrio de La Calzada y siguieron con palmas y a viva voz ‘El puente te está esperando’. / Reportaje gráfico: Manuel Gómez
    Centenares de vecinos y amigos del artista se dieron cita en el barrio de La Calzada y siguieron con palmas y a viva voz ‘El puente te está esperando’. / Reportaje gráfico: Manuel Gómez
  • Pascual sigue atento las palabras del alcalde Juan Espadas.
    Pascual sigue atento las palabras del alcalde Juan Espadas.
  • Pascual acompaña a la guitarra al trío Almorada en ‘El puente te está esperando’.
    Pascual acompaña a la guitarra al trío Almorada en ‘El puente te está esperando’.
  • José Luis Maestre, hermano mayor de San Benito, entrega a Pascual un tríptico con los titulares de la hermandad.
    José Luis Maestre, hermano mayor de San Benito, entrega a Pascual un tríptico con los titulares de la hermandad.

Aun sin alcanzar la magnitud de una bulla de Semana Santa o de Feria, la aglomeración de personas concitadas en la sobremesa de este martes en el barrio de La Calzada era de aúpa. «Yo no he visto nunca más gente para rotular una calle que esta», fueron las primeras palabras del alcalde de Sevilla, Juan Espadas, que apareció veinte minutos más tarde de la hora fijada –las cuatro– pero justamente a la par que el protagonista del acto, Pascual González: uno por cada extremo hasta fundirse en el primero de los muchos abrazos de una emotiva jornada.

«Porque se lo merece», le contestaron al primer edil muchos de los vecinos del popular barrio, que no quisieron perderse ni un detalle del evento por el que el artista pasaba a dar nombre a una vía de su arrabal natal. Las alrededor de 500 personas que se acercaron hasta esta pequeña confluencia entre la avenida de La Buhaira y la plaza del Sacrificio pudieron, pese a las estrecheces propias de las bullas, vivir de cerca, con intensidad y hasta de forma interactiva un acto que arrancó entre aplausos, oles y gritos de Grande, Pascual. Este no tardó en realizar, junto al propio Espadas, el acto de rigor en estos casos: descorrer la tela que cubría el rótulo de la nueva calle Pascual González, sobre un lateral de la Fundación Auxilia, un centro para la integración de personas con discapacidad física, de ahí que muchos de ellos siguieran en primera fila el acto en sus sillas de ruedas.

Bajo el rótulo de la calle, un azulejo indicaba los méritos del homenajeado: «En reconocimiento a su brillante carrera artística, en la que llevó con orgullo a su barrio natal de La Calzada por todos los teatros y escenarios del mundo». Salvado el ritual, llegaba el turno de los discursos y elogios.

Y el primero de ellos vino a cargo de Rafael Castañeda, quien ejerció de portavoz de Niños de La Calzá, la asociación que cursó al distrito Nervión la petición de una calle para su vecino. «Imaginaros este mismo lugar en los años 50 [justo en ese año redondo vino al mundo el artista]. En estas calles era donde jugaba Pascual con sus amigos del barrio», rememoraba Castañeda, que calificó a su viejo amigo como «poeta de poetas».

A continuación tomó la palabra Rocío González, hija del protagonista, que empezó anunciando que su padre «está evolucionando muy bien en la recuperación de su voz» tras la intervención a que fue sometido en 2015 tras diagnosticársele cáncer de garganta. «La Calzá es el máximo exponente de mi sevillanía», dijo Rocío en nombre de su padre, muy ligado a la hermandad de San Benito, «minarete de nuestros principios creyentes y cristianos». Pascual quiso por último «agradecer a los Niños de La Calzá este tesoro que me habéis regalado», leyó su hija antes de introducir El puente te está esperando. Un tema referencial del líder de Cantores de Hispalis dedicado a su hermandad: «Yo salgo el Martes Santo de penitente», cantaron desde el tablado los tres integrantes de Almorada, grupo de sevillanas de Escacena del Campo apadrinado por Cantores. Y todo el barrio coreó la canción en uno de los momentos más emotivos de la tarde.

Acto seguido, el hermano mayor de San Benito, José Luis Maestre, subió al estrado para entregar a Pascual un tríptico con los tres titulares de la hermandad, «consciente de que donde vayas los llevas en tu corazón».

¿MEDALLA DE LA CIUDAD?

El alcalde volvió a tomar el micrófono para afirmar que «Cantores de Hispalis y Pascual González significan algo muy importante en la historia de esta ciudad y estoy convencido de que pronto el Ayuntamiento tendrá un reconocimiento», dando a entender que recibirán la Medalla de la ciudad. Aunque los vecinos querían más: «¡El Pregón del año que viene!», pedían. Y Pascual sonreía.

POLÍTICOS, DEPORTISTAS, COFRADES Y ARTISTAS

La mar de arropado debió sentirse Pascual González, al que acompañaron políticos (además del alcalde, los concejales Carmen Castreño y Juan Carlos Cabrera e Inmaculada Acevedo; Javier Millán, Alberto Díaz, Fernando Rodríguez Villalobos...); personajes del deporte (Rafa Gordillo, Eduardo Herrera), de las cofradías (Manuel Marvizón, Carlos Bourrellier) y colegas de profesión (Los del Río, Los Romeros de la Puebla, Ecos del Rocío, Los Marismeños, Amigos de Gines, Soles... y Cantores de Hispalis, por supuesto).