Casi cuatro décadas velando por la seguridad de los utreranos

Es una de las agrupaciones de Protección Civil pioneras en Andalucía. Nació con ocho miembros y ahora ya tiene el medio centenar de voluntarios

21 mar 2017 / 08:14 h - Actualizado: 20 mar 2017 / 22:28 h.
  • Parte de la agrupación actual de Protección Civil de Utrera. / V.C.
    Parte de la agrupación actual de Protección Civil de Utrera. / V.C.
  • En plena acción. / El Correo
    En plena acción. / El Correo
  • Imagen histórica de la agrupación utrerana. / El Correo
    Imagen histórica de la agrupación utrerana. / El Correo

La provincia de Sevilla cuenta con un servicio de Protección Civil de los más importantes de Andalucía y de España, un colectivo que día a día y en la mayoría de las poblaciones desempeña una labor fundamental en favor de los ciudadanos garantizando su seguridad ya sea en un simple evento social, deportivo o festivo, como en situaciones de emergencia.

Una de las agrupaciones de voluntarios de Protección Civil de las más destacadas y pioneras de la provincia y de toda Andalucía es la de Utrera, que cumple ya casi cuatro décadas de presentar unos servicios que resultarían hoy impagables a esta ciudad y otras localidades del entorno y la provincia donde también han sido requeridos sus efectivos.

Su origen se sitúa en los años finales de la década de los 70 del pasado siglo XX, recién llegada a España la democracia y en pleno proceso de modernización del país, cuando un grupo de radioaficionados comenzó a realizar de forma aislada esta labor. Inicialmente, eran solo ocho miembros que con el paso de los años se ha ido ampliando hasta superar el medio centenar de voluntarios con que cuenta en la actualidad.

Una de las personas que han vivido en primera persona y primera línea toda esta etapa es Juan Diego Carmona, actual coordinador de los servicios de emergencia municipales y responsable directo del parque de bomberos de Utrera.

Carmona participó desde los inicios del grupo de radioaficionados que dio origen a Protección Civil. Lo hizo después de que con 17 años le regalase un hermano suyo uno de los populares walkie-talkie, hoy en desuso, que le enganchó en una afición que se convirtió en su profesión.

Recuerda aquellos difíciles comienzos «en los que había muchas ganas e ilusión y muy pocos medios, tan pocos que los voluntarios usaban y ponían a disposición del servicio sus propios vehículos, medios materiales y hasta dinero si hacía falta».

Según explicó a este periódico, en aquellos inicios la gran ilusión y constancia suplía las carencias y se llegaron a realizar los primeros servicios en la Romería de Fátima, Feria de Consolación, asistencia a peregrinos o Cabalgata de Reyes con muy buenos resultados. Tan buenos fueron que Utrera se convirtió rápidamente en punto de referencia y espejo en el miraron otras muchas localidades andaluzas para poner en marcha sus agrupaciones locales de Protección Civil.

Incluso, recuerda Juan Diego Carmona, el hoy imprescindible Teléfono Unificado de Emergencias 112 tiene su origen y fue copia de una experiencia desarrollada en Utrera con el denominado «teléfono 010».

Hoy día, de no ser por la labor de todos los voluntarios, Utrera carecería de este servicio, pues no sería posible mantenerlo presupuestariamente por el Ayuntamiento de la localidad. Sirvan las cifras contabilizadas de media en los últimos años para hacerse una idea de la magnitud, alcance e importancia de este servicio, ya que el trabajo voluntario ha sido en Utrera de cerca de 11.000 horas de servicio, lo que hace una media de más de 30 horas diarias los 365 días. De esta forma, durante todos los días y todas las horas ha habido alguien de esta agrupación pendiente de la seguridad de todos los utreranos.

Entre los voluntarios actuales, hay de diferentes oficios y aficiones, desde estudiantes a miembros de los servicios públicos de seguridad, fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, enfermería, deporte, fotografía o internet, entre otros.

En estos años han sido numerosas las actuaciones realizadas en materia de seguridad ciudadana por el servicio de voluntarios de Protección Civil. De ellas, destacan la realizada en las inundaciones de 1996, en la que se hizo necesario el desalojo de toda la población de la pedanía de Pinzón y en El Palmar de Troya o la intervención por el desbordamiento del arroyo Calzas Anchas en el año 2007, que anegó una buena parte de la ciudad.