-
Manuel Castaño, junto a Manuel Ruiz de Lopera cuando ambos estaban en el consejo / José Manuel Cabello
Tras conocer la dimisión de José Miguel López Catalán y Ángel Haro, la otra parte en el litigio que presumiblemente se vivirá el 23 de septiembre ha dado su opinión. Se trata de Manuel Castaño, el principal accionista del Betis a título individual y que oposita a presidente con la ayuda del 20% que aún conserva Farusa, es decir, Manuel Ruiz de Lopera. En este sentido, el abogado ha advertido este jueves de que actuará con libertad e independencia porque, si no, se irá «a casa».
«Voy a poner mi patrimonio. Seré Manuel Castaño libre y tomaré mis propias decisiones», ha indicado Castaño en la Cope. «Lógicamente, el accionista mayoritario tendrá puntual conocimiento de lo que se haga y podrá opinar, pero la decisión la tomará el consejo de administración. Haremos siempre y de manera libre lo que creamos conveniente. Si no es así, al día siguiente Manuel Castaño se va a su casa», ha añadido el ex consejero, quien ha recalcado que «el Lopera del 92 o de 2005 no es el de 2015».
Castaño, que aproximadamente tiene el 5-6% del capital social de la SAD, ha calculado que se presentará en la junta de accionistas «con un porcentaje cercano al 30%». «Parto de la base de que tenemos un 25%, pero con el apoyo de muchos accionistas podemos llegar a ese porcentaje», ha matizado. Eso quiere decir que su alianza con Farusa es un hecho: «Nuestro porcentaje accionarial es importante, incluso sin ese 35% que estoy seguro que Lopera va a recuperar», ha afirmado, para luego defender a su antiguo superior: «Él entiende que está siendo injustamente tratado por parte de la prensa y de la afición, pero espera recuperar el 31% de las acciones que tiene intervenidas. Lopera me va a apoyar, como muchos otros béticos, con la idea de acabar con el oscurantismo»
Si regresa al consejo de administración del Betis, Castaño parece tener claro que el director deportivo, Eduardo Maciá, no tendría sitio. «Ha hecho un equipo con una planificación muy deficiente, y es un señor que está ganando un contrato de 500.000 euros brutos, dos millones de euros en cuatro años, una cantidad que posiblemente sea la más alta que ha ganado un director deportivo en el Betis. La planificación ha sido nefasta», ha criticado.
En todo caso, Castaño también ha aclarado que no piensa entrar «como un elefante en una cacharrería», aunque cambios habría bastantes. «Evidentemente, un consejo tiene sus personas de confianza, así que se producirá el alta de unas personas y la baja de otras que han sido más favorables al consejo que al Betis. Todo dentro de la normalidad», ha comentado el letrado, que insiste en que su objetivo es «que haya transparencia y crear una plantilla competitiva».