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Las jugadoras sevillanas del Sporting de Huelva posan con la copa. / EDD
El Sporting de Huelva se proclamó campeón de la Copa de la Reina después de superar al Valencia por 2-1 en la final disputada en el Estadio Municipal Álvarez Claro de Melilla. Entre estas nuevas reinas de España en el fútbol femenino se encuentran cinco sevillanas que no dan crédito a lo que han conseguido. Todas coinciden en que la unión y el trabajo han sido fundamentales para levantar este ansiado título después de pasar momentos complicados.
La más joven y una de las promesas sevillanas es Paula Perea, la zaguera, que jugó todos los minutos de la Copa explica que “ha sido un año complicado, pero hemos hecho un trabajo magnífico. Había equipos que luchaban por lo mismo que nosotras y les hemos superado”. Otra de las grandes protagonistas fue Cristina Martín, la atacante recibió el trofeo a la mejor jugadora del torneo en el que consiguió anotar cuatro dianas siendo la pichichi. “Para mí es un orgullo el título... llevo mucho tiempo esforzándome”, expone la artillera del conjunto onubense. En cuanto a Ana Belén Hernández, titular en la final en la que disputó los 90 minutos, nació en tierras mallorquinas, pero emigró a los ochos meses a Sevilla por lo que se considera sevillana. Su papel sobre el terreno de juego fue clave, pues se desenvolvió por todo el medio del campo dando circulación al esférico. “Me siento muy orgullosa de pertenecer a esta familia. Las sensaciones son inexplicables. Son muchísimas lágrimas derramadas por el camino, pero cuando por fin recoges los frutos... la felicidad es tremenda”, explicaba la jugadora.
Otra de las defensas sevillanas es Maite. Tan sólo pudo disfrutar de la final los últimos cinco minutos, pero cuenta de primera mano toda la tensión que se vivió en el banquillo: “Hubo muchos nervios y sufrimientos. Desde fuera se ve todo mejor, pero también se pasa mal”. La futbolista afirma que “este título, junto a la Liga es de los mejores que se puede conseguir. Es un reconocimiento al trabajo bien hecho”. Por último, la cancerbera Nazaret Lara no jugó la final, aunque al igual que sus compañeras es partícipe de lo conseguido en esta gran temporada. “Hemos tenido muchos obstáculos, pero hemos sabido estar juntas y hacer que el club tenga más reputación en el fútbol femenino”, cuenta la portera. Todas son parte de la historia de la Copa de la Reina, pues son el decimotercer equipo que inscribe su nombre en el palmarés de la competición en 33 ediciones celebradas.