Tanto Jesús Núñez como Lidia Muñoz, saxofonistas ambos, llevan mucho tiempo reflexionando sobre cómo presentar ante el público la música que emana de sus instrumentos. Por eso en 2011 alumbraron el Dúo Lisus, una formación, radicada en Sevilla, que recientemente ha editado su primer disco, Diálogos, con obras de compositores actuales como Manuel Bernal, Antonio J. Flores y Eliza Brown, entre otros. Pero el afán de ambos músicos va bastante más allá de un álbum. «Ahora estamos preparando un programa que presentará músicas que van del barroco, con Telemann, a la música contemporánea y en la que leeremos pequeños relatos que darán pistas sobre la música que luego tocaremos», explica Jesús Núñez.

Además, acaban de iniciar el proyecto Saxoteca (saxoteca.wordpress.com), una web en la que quieren dejar constancia de todas las obras para saxofón que se están escribiendo. «Albergará obras para todo tipo de formación, no sólo dúo, cuarteto, saxo y electrónica, ensemble... «serán grabaciones que podrán interesar al aficionado, pero también al alumno del instrumento que muchas veces no tiene referencia auditiva alguna de las piezas que quiere interpretar», detalla.

Núñez cree que un conjunto como el suyo, el Dúo Lisus, tiene un repertorio «amplísimo», aunque sea el cuarteto de saxofones –«quizás por semejanza con el cuarteto de cuerdas clásico»– una formación mucho más extendida que la que él defiende. «El saxofón se incorporó tarde a la música moderna, sólo a partir de 1970, con la Sonata de Edison Denisov, la experimentación llegó al instrumento», reflexiona. Antes, el saxofón estaba fagocitado por el jazz. «Hay público que al vernos salir a escena ya piensan que vamos a hacer jazz con solo ver nuestros instrumentos, pero al final son muchas las personas que acaban atraídas por la música actual», dirá.

Durante la entrevista, junto a Núñez, está el compositor sevillano Alberto Carretero. Atiende las cuestiones en un receso de una sesión de «búsqueda». ¿Búsqueda de qué? «Estamos explorando las posibilidades de un saxofón sin boquilla, intento desarrollar los sonidos que él tiene en la cabeza, hay que lograr que los instrumentistas no seamos un obstáculo, si no que ayudemos a clarificar las cosas», cuenta. En este caso el resultado será una nueva creación para saxo y electrónica. «Siempre solemos recalcar ante el público la inmensa suerte que tenemos de poder trabajar mano a mano con los compositores», opina el músico.

Lisus es un nombre más que viene a sumarse a la nutrida nómina de grupos dedicados a la contemporaneidad en la ciudad. «La cantera es grande, pero las posibilidades de tocar son muy escasas». De hecho, aun no han podido presentar el disco Diálogos en la ciudad que lo ha visto nacer, aunque acarician la idea de hacerlo durante la primavera. Retos tienen muchos, pero los asumen despacio y siempre tras una intensa puesta en común. «No dejamos atrás nada, estamos poniendo en los atriles toda la música que queremos. El que Lidia [Muñoz] y yo seamos un matrimonio también ayuda, porque la complicidad se nota en cada nuevo trabajo que abordamos», concluye Jesús Núñez.