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Charo Corrales y Aline P son las integrantes del colectivo artístico y feminista Bendita mujer. / Fotos: Bendita mujer -
Imagen de una de las performances de ambas creadoras. / El Correo
Esta es una historia que habla de feminismo. Y de cómo el enfado y la rebelión siguen siendo, aun hoy, un ejemplar caldo de cultivo para la creación artística. La Casa de las Sirenas clausura mañana viernes, a las 20.00 horas, la exposición Mujeres con mucho arte. Y para tal fin, el recién nacido colectivo Bendita mujer intervendrá con una performance. Tras él están las artistas Aline P (Pau, Francia, 1984) y Charo Corrales (Cádiz, 1968). «Ambas tenemos muchas cosas en común, y partimos de una triste constatación, pese a ser de dos generaciones distintas muy pocas cosas han cambiado, el machismo sigue siendo una lacra y el peso de la tradición, otra. Contra ambas nos rebelamos», explica la artista francesa.
Performance, fotografía, instalación, video-arte... cualquier disciplina sirve a ambas creadoras para canalizar su crítica. «Las dos nos hemos separado. Y tenemos mucha rabia dentro. Pero no estamos en contra de los hombres, si no que peleamos frente a un sistema tremendamente machista. Y no he sido consciente plenamente de esto hasta mi ruptura sentimental, cuando descubrí que he vivido engañada y que la culpa, encima, era mía, por no limpiar suficientemente la casa», explica Aline P buceando en su interior, de donde sale todo su «vómito» creativo, según sus propias palabras.
«Una pareja son dos personas, una se proyecta sobre la otra, y se entregan, pero sin saber qué vendrá mañana. Una relación es un riesgo continuo», prosigue diciendo. Por eso la performance que presentan mañana, Ruptura 1, sitúa a dos mujeres, una cosida –literalmente– a la otra; una desnuda, otra vestida de novia. «Hablamos de la pérdida de la ilusión y de la marcha», detalla.
A finales de mes, Bendita mujer intervendrá en la Galería Cavecanem, y Aline P prepara una muestra específica para el Espacio California. «Odio que existan las cuotas, que si mujeres artistas o mujeres realizadoras... pero tristemente, son necesarias. ¿Quiere un ejemplo? El Centro de Arte Contemporáneo de Málaga ha acogido la exposición Made in Spain, con 16 hombres y cuatro mujeres. Si somos el 50% de la población comprenderá que eso es intolerable», argumenta. La discriminación por género, la religión, la censura del aborto y de la libre sexualidad... «Para crear nos inspiran cosas que nos repulsan, la rabia es un motor maravilloso» dice.
En el ánimo del colectivo –casi habría que hablar más prudentemente de dúo creativo– está el «provocar» al espectador porque «una buena obra de arte tiene que impactar». «Estamos constantemente invadidos por imágenes y, como artistas, tenemos que conseguir quedarnos en el cerebro de quien nos mira. El espectador no solo es un sujeto pasivo, tiene que mostrarse inquieto», solicita.
Radicada desde hace años en Sevilla, Aline P reconoce que todo sería mucho más fácil en Francia, pero aquí encuentra algo que le motiva a no marcharse: «Está todo por hacer». Y su nombre empieza a formar parte del pequeño universo artístico y reivindicativo de la ciudad. Eso y la «sana» distancia que la separa de su familia. «Me vine aquí huyendo de ella, buscando mi propio espacio para crear. Cualquier persona puede ser un freno, aunque sea sin querer. Necesitamos espacios de libertad», concluye.