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Algunas de las obras expuestas en la muestra colectiva ‘Mientras la barca aguante’, en la Casa de las Sirenas. / El Correo -
Obra de Federico Meneghello incluida en la muestra. / El Correo
Los versos de la poeta siciliana María Attanasio se revelan en una de las paredes de la Casa de las Sirenas: «Le preguntaron que cómo se llamaba,/ ‘Tarek di Helalia’,/ respondió Tano el tunecino./ Mas con la voz de la mente,/ que de la boca/ la palabra ya no le salía./ Murió tres días después./ Desconocido pusieron en la tumba».
La instalación forma parte de Mientras la barca aguante, una muestra comisariada por Massimo Casagrande y Barbara Capello, que reúne las visiones de una treintena de artistas italianos en torno al drama de la inmigración en el Mediterráneo. La exposición, parte de la cual pudo verse en la última Bienal de Venecia, tiene como eje central «uno de los temas decisivos hoy en nuestra sociedad», según sus responsables, y apela «al respeto de los más elementales derechos humanos, los que hasta ahora nos habían definido y unido como europeos».
En palabras de Casagrande, se trata de proponer «una reflexión social sobre ese ingente movimiento de personas desesperadas que, en el viaje en el que se las conduce lejos de su propio mundo original, pierden su identidad como seres humanos y se convierten en cuerpos», afirma el comisario. «Cuerpos que son embarcados, cuerpos que se pierden en el mar, cuerpos que acaban por ser ilegales, cuerpos que quieren volver a ser personas y luchan por integrarse. Se trata de una exposición, en definitiva, que mediante los instrumentos del arte narra historias de esperanza y de tortura, de hambre y dificultades, de tenacidad y valentía», agrega.
Entre los artistas invitados a esta cita en la Alameda de Hércules figuran nombres –algunos ya oficialmente reconocidos por la crítica, junto a los de jóvenes artistas emergentes– como los de Luisa Bergamini, Alessandra Bisi, Matteo Boato, Paola Bradamante, Giovanni Canfailla, Barbara Cappello, Adalgisa de Angelis, Gerardo di Fabrizio, Piergiorgio Doliana, Adelaide Desiree Fontana, Antonella Guarano, Francesca Libardoni, Tony Leone, Giovanna Mancuso, Luca Maria Marin, Carla Maria Marletta, Federico Meneghello, Anastasia Moro, Mumari, Mauro Paolini, Roberta Petrangeli, Gino Pisoni, Andrea Pozza, Luigia Scardino, Marco Sinigaglia, Renato Tagliabue, Cristina Zanella o Angela Zoja.
La florentina Antonella Guarano explica que su aportación a la muestra «quería reflejar el sufrimiento en el uso del color y con una imagen humana asexuada, con el rostro escondido, que habla de ese padecimiento que es masculino y femenino, que es de todos. En la parte inferior empleo recursos cercanos a la action painting para resaltar la fuerza del color y dar alas a la figura».
Por su parte, Andrea Pozza, artista de Bolzano, concurre con una serie fotográfica. «Siempre me han interesado los lugares abandonados, pero en este caso, además de trabajar en un ambiente industrial, he querido centrarme en la figura femenina y en una técnica japonesa de coacción con cuerdas, para reflexionar sobre la falta de espacio y de libertad de los migrantes. Una persona atada es una metáfora de la esclavitud que sufren miles de personas hoy por buscar una vida mejor».
La muestra Mientras la barca aguante, que cuenta con el patrocinio de Fida Trento, BCF Arte-Verona, La Carbonería, Centro Contemporáneo Catania, Amaci, MSur y la marca de vinos Tamburino Sardo de Custoza–Verona, permanecerá abierta al público hasta el próximo 27 de octubre. El día antes de la clausura, el jueves, 26 de octubre, a las 20.00 horas, tendrá lugar en el mismo espacio de Casa de las Sirenas un concierto especial del maestro italiano de guitarra clásica Alberto Mesirca, uno de los más destacados intérpretes de este instrumento en su país.
El horario de visita de la exposición es de lunes a viernes de 10.00 a 14.00 horas, y de 17.00 a 21.00 horas. Los sábados, de 10.00 a 14.00 horas.