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Batiburrillo escénico

La historia gira en torno a un argumento tan sencillo como disparatado.

03 feb 2017 / 16:37 h - Actualizado: 03 feb 2017 / 16:39 h.
"Teatro"

Una comedia ligera de marcado acento intelectual en la que la forma es más importante que el contenido. Es lo que propone Shakespeare con esta obra, repleta de figuras poéticas y alusiones literarias.

La historia gira en torno a un argumento tan sencillo como disparatado. El Rey de Navarra se propone dedicarse exclusivamente al noble arte del estudio. Para ello decide recluirse junto a tres caballeros de su corte. Los cuatro juran no tener el más mínimo contacto mujer alguna durante tres años. Pero justo cuando comienza su reclusión reciben la visita de la princesa de Francia y su cohorte, y no tardan en recibir las flechas de Cupido. Lo más curioso es que, aunque al principio parece dirigirse al terreno de la comedia de enredos, el texto se centra en describir a los personajes y otorgarles un tratamiento caricaturesco. Se trata, en definitiva, de un juego literario con el que Shakespeare busca la comicidad con el verso y sus posibilidades expresivas. En ese sentido cabe destacar que esta versión de José Padilla respeta dicho juego, aunque renuncia al verso para darle un cierto aire contemporáneo. Pero al contrario de otras obras del insigne autor inglés, el relato carece de universalidad. Los personajes y las situaciones reflejan valores propios del siglo XVII y el tratamiento burlesco que Shakespeare les otorga, a estas alturas, resulta un tanto ñoño.

La puesta escena delimita un batiburrillo escénico que no es ni contemporáneo ni clásico. Por un lado opta por una escenografía de corte conceptual moderno, pero el vestuario sitúa la historia entre finales del siglo XIX y principios del XX, y a pesar de contar con un amplio elenco que apunta maneras, en general el trabajo actoral, a caballo entre el naturalismo y la máscara, resulta irregular y poco lucido. El ritmo es un tanto denso y tedioso, pero por fortuna remonta al final, cuando Shakespeare se adentra en un discurso meta-teatral que no es ajeno al teatro contemporáneo.

Lugar: Teatro Lope de Vega, 2 de febrero

Obra: Trabajos de amor perdidos

Autor: William Shakespeare

Producción: Fundación Siglo de Oro / Shakespeare’s Globe Theatre

Adaptación: José Padilla

Dirección: Tim-Hoare y Rodrigo Arribas

Interpretación: Javier Caballero, Montse Díaz, Jesús Fuente, Alicia Garau, Jorge Gurpegui, Julio Hidalgo, David Tenreiro, Alejandra Mayo, Raúl Pulido, Raquel Nogueira, Jesús Teyssiere, Anabel Maurín, Pablo Vázquez

Calificación: **