Flamenco

Carmen Linares, la cantaora que lucha y pervive

Carmen Linares presentó el pasado martes su último disco, 'Verso a Verso', que versiona algunos de los poemas más populares de Miguel Hernández

08 mar 2019 / 09:23 h - Actualizado: 08 mar 2019 / 09:29 h.
"Flamenco"
  • Carmen Linares. / EFE
    Carmen Linares. / EFE

“Para la libertad, sangro, lucho y pervivo...” Es el poema de Miguel Hernández que Carmen Linares eligió como primer tema del recital que nos ofreció el pasado martes en el Teatro Lope de Vega para presentarnos su último disco (2017) 'Verso a Verso', todo un lujo para los aficionados al flamenco y a la poesía.

Desde 2008 Carmen Linares no editaba ningún disco, de ahí que este nuevo trabajo generara toda la expectativa que cabía esperar de una artista de la talla de Carmen, auténtico referente del cante flamenco. Con este nuevo trabajo la cantaora, con la inquietud creativa que la caracteriza, da un paso más incorporando al flamenco algunos de los poemas más hermosos y populares de Miguel Hernández. Una tarea nada fácil, teniendo en cuenta que el cante se sustenta en un tipo de poesía popular que nada tiene que ver con la obra del insigne poeta de Orihuela, quien al igual que el resto de la Generación del 27 comenzó mirándose en el espejo de Góngora y coqueteando con el modernismo. Pero siempre fue un poeta ligado a la tierra y en muchos de sus poemas se refleja una herencia cultural tradicional, y una fuerte carga emocional que no es ajena al flamenco.

Con esta prouesta Carmen da buena cuenta de ello junto al toque elegante del piano de Pablo Suárez, la claridad sonora de las guitarras flamencas de Salvador Gutierrez y Eduardo Pacheco, la sensualidad del contrabajo de Josemi Garzón y la ajustada y sensible percusión Karo Sampela. Todos ellos rayaron la excelencia al servicio de la voz de Carmen, esa voz rasgada y bien timbrada que imprimió aires de folía y bulerías a 'Para la libertad'; jugó con el 'Silbo del Dale', se entregó al desgarro de 'Casida del sediento'; se meció con 'Todas las Casas son ojos', estremecedor testimonio de la mezquindad de la postguerra española, y se rompió con 'Compañero', la versión de Enrique Morente de La Elegía a Ramón Sijé, con la que Carmen quiso homenajear también al maestro de Granada.

Cabe destacar la colaboración de la joven bailaora Vanesa Aibar, que derrochó poderío y galanura bailando por tonás y alegrías con bata de cola. Fue una de las guindas de la noche, aunque no la única, porque en un momento dado del recital la cantaora tuvo a bien salirse de la obra de Hernández para regalarnos el aire burlón de 'La Paloma', de Rafael Alberti y, ya en el bis, la alegría popular del 'Anda Jaleo' de Federico García Lorca.