Colegio Sierpes de Magia y Hechicería

Sevilla se une a la celebración mundial de la Noche de los Libros de Harry Potter

27 ene 2016 / 15:27 h - Actualizado: 28 ene 2016 / 07:53 h.
"Libros"
  • El entonces niño Daniel Radcliffe, en su primera interpretación de Harry Potter para el cine. / El Correo
    El entonces niño Daniel Radcliffe, en su primera interpretación de Harry Potter para el cine. / El Correo

Harry Potter se está revelando como un fenómeno tan sísmico como literario: su acción y sus efectos son tremendos e incontenibles, y escapan a todo intento de control. Incluso al de su creadora, J.K. Rowling, que tras echarle el cerrojazo a la serie años ha con la destrucción de Voldemort y añadiéndole hasta un epílogo a modo de candado, con los protagonistas ya mayores, está ahora ultimando una nueva novela bajo el título provisional de Harry Potter y el niño maldito. Pues bien: fruto de este fenómeno geológico llega en unos días, el 4 de febrero, la llamada Noche de los libros de Harry Potter, una celebración de carácter mundial en la que aficionados y devotos de todas partes, con las librerías como templos y las bendiciones de la editorial Salamandra, oficiarán una ceremonia basada en el encuentro, en la lectura, en el juego y, cómo no, también en la magia. En esta red potteriana universal se encuentra una librería sevillana de la calle Sierpes: Beta, en su nueva ubicación (números 24-26).

Hay que decir, no obstante, que eso de Noche de los libros de Harry Potter es un nombre más literario y embellecido que otra cosa, ya que noche, lo que se dice noche, no será del todo. Diríase mejor caída de la tarde. Pero es lo que tienen los acontecimientos relacionados con niños magos, adultos brujos, conjuros y derivados del sector: que las cosas se transforman que da gusto. El simpático aquelarre sevillano comenzará a las seis de la tarde con un taller infantil de manualidades repleto de colorines, recortables y fabricación de chapas –que debe de ser lo que se da en parvulito de en el Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Pero este detalle de las tijeritas y los lápices de cera puede dar a entender que el aquelarre de esta cita cósmica es exclusivamente infantil: para nada en absoluto.

El programa sevillano continúa a las siete de la tarde con un concurso de disfraces, para proseguir media hora después con un maratón de lectura y salpicándolo todo, un ir y venir de regalos y sorteos. Vayan preparándose los transeúntes que vayan de vuelta de la merendola o de ida a comprar zapatos para cruzarse por allí con toda clase de chavalitos con cicatriz en la frente, niñas encantadoramente repipis llamadas Hermione, profesores tenebrosísimos en plan Snape (descanse en paz), centauros malhumorados y hasta dementores trapajososos recién aterrizados desde Azkabán.

Como explican en la editorial Salamandra, «desde el año pasado, el primer jueves de cada febrero se celebra a escala internacional la Harry Potter Book Night. Y este año, España e Hispanoamérica se suman a la celebración con actividades en diferentes librerías. El lema de esta próxima fiesta es Una noche de hechizos, por lo que Expecto patronum o Rictusempra [encantamientos especializados, como saben los adeptos sobradamente] serán sin duda algunos de los protagonistas de la jornada».

Apueste lo que quiera el lector a que no serán los únicos. El fenómeno, promovido por la londinense Bloomsbury Publishing y apoyado por las editoriales nacionales que comparten los derechos de esta serie, tiene efectivamente un alcance mundial: toda Europa, Rusia, Estados Unidos, Canadá, México, Colombia, Perú, Brasil, Australia, Tailandia, Singapur, Malasia, India, Dubai... Por todas partes se van apuntando a la propuesta, que en cada sitio será diferente. En Granada, por ejemplo, será una merienda mágica. En Valencia, un debate. En Almería, un encuentro de seguidores. Muy diversas actividades para los madrileños, y entre ellas la elaboración de pócimas y encantamientos. En Barcelona harán una especie de trivial para ver quién sabe más sobre el asunto... y así hasta configurar lo que se suele llamar un no parar.

Si la magia no se detiene, el negocio tampoco. El terremoto, o huracán, o alud llamado Harry Potter, debidamente bien alimentado, da todavía para muchos años de hacer caja, pero sobre todo para muchos años de entusiasmar en la lectura, la imaginación y las mejores virtudes jamás vistas en una escuela de magia a un buen puñado de generaciones venideras. El que J.K. Rowling siga sea la mujer más rica de Inglaterra dice mucho sobre lo buenísima que fue la idea. Y de paso, dice mucho también sobre la existencia de la magia: quién iba a decir que sería posible vivir (y no solo vivir, sino ganar cientos de millones) de escribir libros. Abracadabra.