Resulta difícil sustraerse a las suculentas propuestas de Yolanda Sánchez en La Casa de los Pianistas de la calle Cano y Cueto. Un espacio ideal para encontrarse con el instrumento rey y los que alrededor de él tejen partituras de todos los géneros, épocas y estilos. Entre ellos la compuesta para el cine, con especial hincapié en la ilustración en directo de clásicos del cine mudo, como las que ha realizado Manuel Boniquito de Nosferatu de Murnau o El chico de Chaplin, así como la interpretación por el Dúo Madom de música de diversos autores, entre ellos su integrante Pedro Mariné, para acompañar cortometrajes de Meliés o el propio Charlot. Una experiencia única y especial para de alguna manera, salvando las barreras coyunturales, desplazarnos al pasado y disfrutar de estos títulos ya inmortales como lo hicieron nuestros antepasados.
El caso de Luces de la ciudad es particular, ya que Chaplin la rodó en 1931, cuando el cine mudo había desaparecido. Su empeño en mantener intacto el espíritu del vagabundo que creció y evolucionó de su mano, le llevó a seguir rodando bajo las premisas del cine mudo, pero aprovechando la tecnología sonora para incluir música y efectos de sonido en esta cinta y la que rodaría cinco años después, Tiempos modernos, donde además pudimos escuchar su voz por primera vez, concretamente entonando un par de canciones compuestas por él mismo, entre ellas la entrañable Smile. De hecho Charlot se encargó de componer la música de sus películas desde El chico hasta La condesa de Hong Kong, pasando por La quimera del oro, El circo, El gran dictador o la oscarizada Candilejas, aunque algunas lo hiciera pasadas varias décadas desde su estreno. Carl Davis realizó en 1998 una regrabación de la extensa y espléndida música de Chaplin para Luces de la ciudad, cuya dirección y arreglos originales fueron obra del mítico Alfred Newman, patriarca de toda una saga de compositores cinematográficos y ganador de nueve Oscars.
Considerada como una de las mejores películas de la historia del cine, el valenciano Fernando Pascual, con un extenso currículo a sus espaldas a pesar de su juventud, ha realizado una transcripción para violín y piano de toda su música, sin las partituras originales, sino a partir de la propia película, siguiéndola paso a paso. Junto a su compañera, Aída Velert al piano, con quien el día antes ofreció un estupendo recital de compositoras de los siglos XIX y XX, deleitaron a un público numeroso y mayoritariamente extranjero, al que el violinista no dudó en atender en inglés para las explicaciones previas. Con una sincronización precisa y el detalle de reproducir también sonidos onomatopéyicos, Pascual y Velert lograron una interpretación nítida y fresca de la partitura, con especial énfasis en los numerosos motivos líricos y los momentos de ternura de una cinta en la que resplandece la belleza de Virginia Cherrill al son de La violetera de José Padilla, y la vigente comicidad del actor y de su partenaire Harry Myers, incluyendo secuencias tan hilarantes como la ingestión del falso espagueti o el descacharrante combate de boxeo. Toda la grandeza de una magnífica y entrañable película, que no ha perdido ni un ápice de vigencia ni siquiera en los temas sociales que denuncia, potenciada con la articulación esmerada de Pascual y la digitación precisa de Velert, prodigio de compenetración y diálogo, dejándonos momentos de una magia irrepetible y potenciando así la sensacional experiencia de disfrutar de un clásico de manera inmejorable.
DÚO DALÍ ****
Luces de la ciudad (City Lights) de Charles Chaplin, con música en directo, compuesta por Charles Chaplin y José Padilla y arreglada por Fernando Pascual. Dúo Dalí (Fernando Pascual, violín; y Aída Velert, piano)., domingo 24 de marzo de 2019