Con el arte sobre las espaldas

María del Carmen Barbado Montero expone, hoy, en Gazelle Fotografía (Plaza de la Iglesia, 1 –Campo de la Verdad– Córdoba) su trabajo fotográfico Desde tu Estrella; una colección de 35 imágenes que retratan en su desnudez a diferentes modelos que nos llevan desde la niñez a la experiencia.

La exposición es el resumen de un doloroso proceso que se generó a raíz de la muerte del padre de la fotógrafa. Tras sufrir un ictus, el padre de María del Carmen, tuvo que convivir con cierta falta de movilidad y con la afasia. La afasia es una secuela que impide comunicarse al que la sufre. Según ARPA (Asociación para la Rehabilitación y Prevención de la Afasia) esta secuela «es una afectación del lenguaje con base cerebral que supone un problema de comunicación que afecta a la vida social, provocando dificultades para expresar las ideas, comprender a otras personas o ambas cosas, permaneciendo intactas todas las capacidad cognitivas, de manera que la persona es consciente de sus limitaciones en todo momento».

María del Carmen supo, gracias a la Guía de familiares de personas con Afasia de la Asociación ARPA, que su padre sabía que era lo que le sucedía y cómo debía, ella y el resto de la familia, afrontar el problema.

El padre de María del Carmen murió poco después de sufrir el ictus. Y fue entonces cuando ella decidió agarrar su Reflex Nikon 5100, para utilizarla de forma casi terapéutica. El resultado es esta exposición que se está pudiendo disfrutar en Córdoba, una exposición que está dedicada a la figura paterna y de la que es beneficiaria ARPA en agradecimiento por la publicación de esa guía.

La fotógrafa presenta su trabajo soportado con tres pilares fundamentales. La mirada que el niño ejerce sobre la realidad (uno de los sobrinos de la autora piensa que su abuelo tiene una estrella reservada en el firmamento); la mirada que una hija es capaz de gestionar con una cámara en la mano; y la mirada que todos debemos tener presente para entender la ausencia de un ser querido, para entender que la estrella de cada uno de nosotros sigue viva a pesar de que las condiciones físicas de la persona se deterioren.

Las fotografías tienen como protagonistas a personas que contemplamos en su desnudez. Desde un niño que representa la candidez y la mirada clara, la luz intacta con la que venimos al mundo; pasando por una mujer que hace añicos la tranquilidad del mundo desde su sensualidad; o la mujer mayor que conserva, todo lo anterior, detrás de cada una de sus arrugas.

La autora juega con las luces y las sombras remarcando la importancia de los gestos, de cada pliegue, de la crispación en las manos de una persona en soledad. Y cada encuadre es preciso para que la imagen sea tan expresiva como sugerente. Todo tipo de sensaciones, de sensibilidades o de actitudes ante una realidad, muchas veces hostil e incómoda, quedan reflejadas en las instantáneas de María del Carmen Barbado.

Es notable la claridad de enfoque, sin filtros, sin barreras que nos impidan percibir la esencia de cada personaje. La suma de todos es la propia condición humana.

A veces el destino nos guía a través de territorios dolorosos y esos son los lugares que solo se pueden transitar con el arte sobre las espaldas. Esta es una excelente muestra de ello.