Danza y erudición

La puesta en escena juega con el blanco y el negro de las luces y el vestuario para delimitar la lucha dancística por descomponer las figuras antes de que lleguen a conformar una imagen concreta.

14 may 2017 / 09:38 h - Actualizado: 14 may 2017 / 09:40 h.
"Danza"

Un espacio simbólico inspirado en Voronia, la cueva más profunda del mundo. De ahí el título de esta obra, con la que Marcos Morau se adentra en una reflexión de tintes filosóficos cargada de erudición.

La puesta en escena juega con el blanco y el negro de las luces y el vestuario para delimitar la lucha dancística por descomponer las figuras antes de que lleguen a conformar una imagen concreta. Así, la coreografía se decanta por una sucesión de movimientos vertiginosos. Los bailarines y bailarinas se retuercen, se contonean, entrelazan sus extremidades y se separan delimitando figuras sinuosas que desafían los límites del equilibrio. La coreografía combina los números grupales con los pases a dos y los tríos sin apenas transiciones, con una velocidad frenética que persigue convertir las imágenes en un espejismo. Pero a pesar de su condición abstracta y su carga simbólica, la danza nos impacta precisamente por la fisicidad que desprenden los intérpretes.

Cabe destacar el dominio técnico y la increíble ductilidad y expresividad de los cuatro bailarines y las cuatro bailarinas que componen el cuerpo de baile, así como su naturalidad a la hora de interactuar con los bailarines sevillanos que han sido elegidos para completar el relato. Y es que, como es habitual en esta compañía, esta propuesta se dirige a conformar una suerte de obra dramática total donde la danza, el teatro, la música y la literatura forman un todo del que es difícil separar alguna de sus partes. De ahí que la danza gire en torno a la dramaturgia, que pretende profundizar sobre la idea de la maldad como un rasgo propio del ser humano, ahondando en el concepto de la contradicción. Pero por desgracia, esta idea se diluye en una simbología religiosa que connota el relato; la carga filosófica que apuntan los textos se quedan se quedan en un plano superficial; el ritmo de la obra decae a medida que se adentra en la representación dramática y la danza, a fuerza de vértigo y reiteración, se torna un tanto tediosa.


Obra: Voronia

Lugar: Teatro Central, 12 de mayo

Compañía: La Veronal

Dramaturgia: Roberto Frattini y Pablo Gisbert

Dirección: Marcos Morau

Coreografía: Marcos Morau en colaboración con los intérpretes.

Interpretación: Joaquín Collado, Rober Gómez, Jon López, Lorena Nogal, Shay Partush, Marina Rodríguez, SAu-Chibng Wong.

Colaboración interpretación: Luca Ruiz, José Luis Bustillo, Gero Domínguez, Samuel Gallardo, Álvaro García, Esteban Garrido y Juan Luís Matilla.

Calificación: ***