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El piscólogo y escritor superventas Walter Riso. / Luciana Riso -
Con 5,2 millones de libros vendidos en todo el mundo, traducciones a 12 idiomas, y más de siete millones de seguidores en redes sociales, el argentino Walter Riso (Nápoles, 1951) se ha convertido en un fenómeno editorial. En su último libro, Ya te dije adiós, ahora cómo te olvido, publicado por Planeta, explora las claves del duelo amoroso después de una ruptura.
«Cuando empecé a trabajar en clínicas, el 60 por ciento de los pacientes que llegaban a mi consulta era por alguna causa amorosa», explica Riso. «Luego en la universidad empezamos a trabajar en eso, descubrí que había varios problemas y le he dedicado un libro a cada uno de ellos. Ahora quería explicar que en nuestra cultura existe una ceremonia del adiós relacionada con el fallecimiento físico, pero no hay una estructura social para el duelo amoroso. Por eso cada uno tiene que inventarse su propio ritual, con el agravante de la esperanza: tienes a tu ex como en cuidados intensivos. ¿Regresará, se arrepentirá, puede todo empezar de nuevo? Esas expectativas dificultan dar un cierre. La gente sufre y se deprime por ello, y algunas llegan incluso a quitarse la vida».
En su estudio, Riso analiza el concepto dominante, idealizado, del amor. «Creemos que es algo incondicional, una inercia o incluso una bendición. Pero vemos que hay que construirlo, luchar, esforzarse. También existe mucha dependencia afectiva. Un 15 % de la gente se considera dependiente, y una ruptura los deja desprotegidos, son adictos al amor o a otra persona», agrega.
El autor señala cinco etapas del duelo amoroso, desde el aturdimiento y la negación hasta la aceptación y la recuperación. «En esta última etapa, generalmente, se produce un crecimiento postraumático. La persona se convierte en superviviente, cambia su visión del mundo. Mejora su autoestima, entiende qué es lo que no quiere del amor, limpia su camino frente a los demás, elimina las relaciones enfermizas, con amigos o con quien sea. Incluso frente al cosmos desarrolla una inquietud espiritual, un interés vital de querer ayudar a los otros a través de un sentimiento de solidaridad nuevo».
Ruptura sí, fracaso no
«Es importante pasar por estas etapas», prosigue Riso. «No puedes salir de un duelo sin sufrir, salvo que sea una verdadera liberación, en cuyo caso incluso se festeja. Solo es un problema si el sufrimiento se hace circular, y te quedas parado. Si no, el sufrimiento es lo único que te saca de esa situación».
Para Riso, «lo ideal es cortar toda relación con el ex o la ex tras la ruptura, y no empezar otra relación hasta que no hayas cerrado la primera». Eso de que un clavo se saca con otro clavo, dice el experto, es falso: «Al final lo que tienes son dos clavos, se pueden quedar dentro».
También cree Riso que es un error identificar la ruptura con el fracaso vital. «Te equivocaste, elegiste mal, pero no es un fracaso. El corazón nunca se jubila, pero genera fobia al amor, se aísla, se queda solo. Lo que uno recomienda en esos casos es pensar que todo lo que vives te hace más fuerte para la próxima, te ayuda a saber qué no quieres repetir».
¿Y quienes sí logran volver con el o la ex? «En el 90 por ciento de los casos no funciona. Cuando dos vuelven, deben preguntarse, ¿cuánto he cambiado yo? ¿cuánto tú? En todo caso, recomiendo pedir ayuda profesional, que haya un criterio científico que los asesore y vea sus probabilidades de funcionar».
Sea como fuere, Riso subraya que «nunca hay que afectar la dignidad personal y el autorrespeto, nunca hay que humillarse. Hay principios que no se negocian. No te merece en el amor quien no te quiere. Pero no hay que asustarse: todo el mundo sale del desamor».
Una última cuestión: ¿Es posible ser amigo del ex? «Puede ser, pero ¿íntimo amigo? tengo mis dudas. Uno puede tener una relación cordial, amigable, respetuosa. Piensa que podemos tener hijos en común, o un negocio. Cuando no ha habido violación de los derechos, ni me has vapuleado ni humillado, puedo tener una relación cordial contigo. Pero si pasó eso, no te quiero ver ni de lejos, porque eres un depredador afectivo».
«Yo tengo una excelente relación con mi primera mujer, que es la madre de mis hijos, pero no voy al cine con ella», concluye el piscólogo. «Soy políticamente incorrecto, así que debo decir que de los casos que he visto, entre 3.000 examinados directamente y 5.000 con mi equipo, un 95 por ciento no consigue llegar a ser amigos. Dejo el otro cinco por ciento libre, porque no es todo o nada», apostilla.
Las siete etapas del duelo amoroso, según Walter Riso
1.- Aturdimiento. «Estás en shock, no lo puedes creer, no lo esperabas. Si se vuelve negación, puede haber un duelo complicado, que explotará con el tiempo».
2.- Anhelo y búsqueda del otro. «Quieres recuperarlo, tenerlo de nuevo. Es una persecución no solo física, movida por el anhelo de que el otro va a arrepentirse».
3.- Búsqueda de explicación. «¿Qué pasó, por qué no lo vi venir, seré culpable? Es importante pensar en todo eso y responder».
4.- Ira. «¿Cómo me dejó, cómo se atrevió? Es una fase de indignación».
5.- Culpa. «Te haces el harakiri, piensas que todo lo has hecho mal, que no mereces ser feliz, ni el amor, que eres idiota...».
6.- Tristeza. «La más peligrosa, pues puede enganchar con la depresión».
7.- Aceptación y recuperación. «El paciente empieza a renacer, a sentirse libre. Pero la libertad a veces da miedo».