Un derroche de ilusión, poderío y comicidad. Es lo que se propuso brindarnos CIRCADA con su Gran Gala Final que cerro El festival de circo contemporáneo, cerró ayer domingo su décima edición, con una selección de números inéditos del festival que rozan la excelencia.
Este año la presentación ha corrido a cargo de un curioso maestro de ceremonias: Arritmados, un dúo alicantino compuesto por Héctor Rodríguez y Julia Martínez, quienes abordaron la presentación representando a los personajes del espectáculo con la que estuvieron en CIRCADA en 2015: ‘Reparte Amor’, una propuesta que conjuga la música con los juegos malabares y remite a la figura del clown por el uso, más bien el abuso, de posturas grandilocuentes, aunque su comicidad se decanta por el humor de lo absurdo y una estética entre lo kitsch y hortera.
Aunque desenfadados y entrañables, al principio su presentación adolecía de ritmo y su humor, entre absurdo y clownesco no acababa de caldear el ambiente. Pero su actuación fue ganando gracias a la introducción de algunas gotas de malabares con las que salpicaron su humor, entre presentación y presentación. Aunque lo mejor de la noche, sin duda, fueron los números de circo, propiamente dichos. El primero, a cargo de Vito y Niko, arrancó un fervoroso aplauso nada más comenzar con un número de equilibrio en cuerda floja con el que cumplen con el “más difícil todavía”, llevando esta técnica a sus máximas consecuencias con un artilugio inventado por ellos: la báscula floja. Tras su número pudimos disfrutar de un auténtico virtuoso, Nano Diab, un joven imbuido de solemnidad que desafió los límites de la gravedad bailando el diábolo.
A esas alturas el público, que casi llenaba el aforo del Teatro Alameda, estaba ya totalmente entregado y visiblemente impactado. Pero todavía le quedaba disfrutar de la actuación de Antonio Vargas, uno de los mejores verticalistas del mundo que tuvo a bien regalarnos el estreno de ‘Flamenco Vertical’, una pieza donde se aúnan la pasión del flamenco con un impagable derroche de poderío corporal de impecable ejecución técnica. De la misma manera, Antonia González derrochó dominio y elegancia con su número de antipodismo (malabares con los pies). Aunque para elegante el número de Portés Acrobáticos que nos brindó el Dúo Laos.