Una reflexión filosófica y moralista, tan erudita como demoledora, que se ceba en los males y vicios de su sociedad. Es lo que propone Francisco de Quevedo con Los sueños, una de las obras escritas en prosa más famosa de la literatura barroca española, a la que esta versión dramática no le hace demasiada justicia.
La obra original está compuesta de cinco partes que independientes sin ningún nexo de unión aparente. Aunque eso sí, tienen en común la agilidad y la mordacidad característica de la escritura de Quevedo. Dos rasgos que, por desgracia, aquí se diluyen a favor de una teatralidad un tanto forzada que gira en torno a la figura del autor, representado como un viejo decrépito sometido por el dolor y el padecimiento que le produce la sífilis que corroe su cuerpo. De esa manera, más que como un escritor mordaz que no deja títere con cabeza, nos encontramos con un Quevedo abatido, aunque rebelde, que va de la rabia al delirio, pasando una y otra vez del mundo real al soñado, que no es otro que el infierno.
La puesta en escena de Gerardo Vera se sirve de un cuidado entramado formal que describe una interesante atmósfera intemporal. Pero recurre a unas proyecciones audiovisuales que más que potenciar el dramatismo del relato lo diluyen. Claro que de eso ya se encarga Juan Echanove, quien logra dotar de profundidad dramática a su personaje con una impecable técnica vocal. Lástima que su discurso resulte un tanto inconexo y tedioso, debido a su condición filosófica y moralista, en la que Quevedo vuelca no sólo el pesimismo propio de su época, sino también un clasismo y una misoginia que más que con su tiempo tiene que ver con sus propias obsesiones.
LA FICHA
Obra: “Sueños”
Lugar: Teatro Lope de Vega, 11 de mayo
Coproducción: CNTC, La llave maestra producciones artísticas y Traspasos Kultur
Autor: Quevedo
Versión libre: José Luis Collado.
Dirección y dramaturgia: Gerardo Vera
Video-escena: Álvaro Luna
Interpretación: Juan Echanove, Óscar de la Fuente, Markos Marín, Antonio Paso, Lucía Quintana, Marta Rivera, Chema Ruíz, Ferrán Vilajosana, Eugenio Villota, Abel Vitón
Calificación: 2 estrellas