Dorantes, un piano a toda vela

El músico sevillano clausurará la Bienal con el espectáculo ‘La roda del viento’, inspirado en la vuelta al mundo de Magallanes y Elcano

22 jun 2018 / 21:13 h - Actualizado: 22 jun 2018 / 21:16 h.
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  • Antonio Zoido, Dorantes, Manuel Gracia y Antonio Muñoz, ayer en la presentación de ‘La roda del viento’. / Jesús Barrera
    Antonio Zoido, Dorantes, Manuel Gracia y Antonio Muñoz, ayer en la presentación de ‘La roda del viento’. / Jesús Barrera

La vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, de la que el año próximo se cumplen el V centenario, es el motivo en el que se ha inspirado el pianista David Peña Dorantes su último espectáculo, La roda del viento, que clausurará la XX Bienal de Flamenco en el puerto de Sevilla el próximo 30 de septiembre.

«He pasado muchas veces por el V Centenario y me he dicho: yo quiero hacer un concierto algún día ahí abajo», comentó el músico en la presentación a la prensa de esta propuesta, visiblemente satisfecho con la responsabilidad adquirida. «Me interesan más los puertos físicos que los tecnológicos. Mi deseo es exponer una música que pueda partir de aquí a otras partes del mundo, como hicieron en su día aquellos grandes navegantes», añadió.

Dorantes aseguró haber contado para la preparación de La roda del viento con la asesoría de Casto Márquez, guionista de la obra, así como de la colaboración de la Fundación Nao Victoria y de Ramón Serrera. «Tuve que leer mucho para saber bien de qué estaba hablando», recuerda el pianista.

Cuando se le pregunta cuántas partes de flamenco tendrá la receta de esta nueva producción, afirma que «no puedo saberlo con exactitud, es difícil. Yo parto siempre del puerto flamenco, y bien cargado. No puedo quitármelo de encima ni aunque quiera, va conmigo, el flamenco está en mi piel. Por eso no puedo decir qué cantidad hay en La roda del viento, pero por supuesto habrá muchísimo».

«Sobre todo he querido basarme en los puntos por donde pasaron Magallanes y Elcano, me he inspirado en ellos buscando algunos timbres que reflejen esos lugares. No he querido echar mucho aliño de otras disciplinas, salvo a través de esos timbres», subrayó.

Sea como fuere, Dorantes confía en «poder grabar el espectáculo, porque hacerlo en Sevilla para que muera no tiene sentido. Es mucho trabajo para que se quede ahí. Para eso están los mánagers, para que luchen y hagan girar nuestras creaciones».

El artista contará para la ocasión con la participación de la Orquesta Bética de Sevilla, bajo la dirección del violinista y compositor británico Michael Thomas, y una Coral Flamenca creada especialmente para el espectáculo, con alumnos destacados de la escuela de Cristina Heeren, conformado por Ana Lorenzo, Ana Gómez, Tomás García, Marcos Martínez, Sebastián Vilches y Antonio Mena, Manuel de la Tomasa, Francisco Blanco Calerito, Cristina Regajo y Marta García La Niña.

Según la escuela, la mayoría de ellos fueron premiados con Beca Acciona de estudios en los Concursos Talento Flamenco de 2017, que organiza la Fundación Cristina Heeren, y siguen la estela de antiguos alumnos que hoy son reconocidas figuras del cante flamenco como Rocío Márquez, Argentina –quien actuará en el Real Alcázar, también dentro de la próxima Bienal de Flamenco–, Laura Vital, Jeromo Segura o Jesús Corbacho, así como la cantautora María José Pérez o Manuel Lombo, que durante este curso han sido dos de sus profesores.

Esplendor recuperado

«Agradecemos la visita y la confianza de Dorantes, que nos llena de orgullo y satisfacción. Ahora productores, directores y artistas saben que pueden contar con nosotros», dijo la propia Cristina Heeren.

Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Gracia, explicó que con este concierto comenzará una colaboración del Puerto de Sevilla para acoger actividades culturales, y manifestó su deseo de abrir próximamente en sus instalaciones «un pequeño auditorio de 250 plazas» destinadas a ese tipo de eventos.

El director de la XX Bienal, Antonio Zoido, defendió la relación que ha existido entre el flamenco y la Historia desde tiempos de Demófilo, y afirmó que «este espectáculo es un encargo de la Bienal para lograr, como hicieron otros antes de Dorantes, que la Historia no esté en fragmentos».

También explicó Zoido que el aforo de La roda del viento rondará los mil asientos, aunque todavía no está definido el enclave exacto. «El puerto de Sevilla no va a volver al esplendor del siglo XVI, pero en el 29 sí volvió a su imperio sentimental. Creo que Sevilla ahora volverá a ser sentimentalmente la capital de un mundo único», concluyó Zoido.

La vuelta al mundo de Magallanes y Elcano, de la que el año próximo se cumplen el V centenario, es el motivo en el que se ha inspirado el pianista David Peña Dorantes su último espectáculo, La roda del viento, que clausurará la XX Bienal de Flamenco en el puerto de Sevilla el próximo 30 de septiembre.

«He pasado muchas veces por el V Centenario y me he dicho: yo quiero hacer un concierto algún día ahí abajo», comentó el músico en la presentación a la prensa de esta propuesta, visiblemente satisfecho con la responsabilidad adquirida. «Me interesan más los puertos físicos que los tecnológicos. Mi deseo es exponer una música que pueda partir de aquí a otras partes del mundo, como hicieron en su día aquellos grandes navegantes», añadió.

Dorantes aseguró haber contado para la preparación de La roda del viento con la asesoría de Casto Márquez, guionista de la obra, así como de la colaboración de la Fundación Nao Victoria y de Ramón Serrera. «Tuve que leer mucho para saber bien de qué estaba hablando», recuerda el pianista.

Cuando se le pregunta cuántas partes de flamenco tendrá la receta de esta nueva producción, afirma que «no puedo saberlo con exactitud, es difícil. Yo parto siempre del puerto flamenco, y bien cargado. No puedo quitármelo de encima ni aunque quiera, va conmigo, el flamenco está en mi piel. Por eso no puedo decir qué cantidad hay en La roda del viento, pero por supuesto habrá muchísimo».

«Sobre todo he querido basarme en los puntos por donde pasaron Magallanes y Elcano, me he inspirado en ellos buscando algunos timbres que reflejen esos lugares. No he querido echar mucho aliño de otras disciplinas, salvo a través de esos timbres», subrayó.

Sea como fuere, Dorantes confía en «poder grabar el espectáculo, porque hacerlo en Sevilla para que muera no tiene sentido. Es mucho trabajo para que se quede ahí. Para eso están los mánagers, para que luchen y hagan girar nuestras creaciones».

El artista contará para la ocasión con la participación de la Orquesta Bética de Sevilla, bajo la dirección del violinista y compositor británico Michael Thomas, y una Coral Flamenca creada especialmente para el espectáculo, con alumnos destacados de la escuela de Cristina Heeren, conformado por Ana Lorenzo, Ana Gómez, Tomás García, Marcos Martínez, Sebastián Vilches y Antonio Mena, Manuel de la Tomasa, Francisco Blanco Calerito, Cristina Regajo y Marta García La Niña.

Según la escuela, la mayoría de ellos fueron premiados con Beca Acciona de estudios en los Concursos Talento Flamenco de 2017, que organiza la Fundación Cristina Heeren, y siguen la estela de antiguos alumnos que hoy son reconocidas figuras del cante flamenco como Rocío Márquez, Argentina –quien actuará en el Real Alcázar, también dentro de la próxima Bienal de Flamenco–, Laura Vital, Jeromo Segura o Jesús Corbacho, así como la cantautora María José Pérez o Manuel Lombo, que durante este curso han sido dos de sus profesores.

Esplendor recuperado

«Agradecemos la visita y la confianza de Dorantes, que nos llena de orgullo y satisfacción. Ahora productores, directores y artistas saben que pueden contar con nosotros», dijo la propia Cristina Heeren.

Por su parte, el presidente de la Autoridad Portuaria, Manuel Gracia, explicó que con este concierto comenzará una colaboración del Puerto de Sevilla para acoger actividades culturales, y manifestó su deseo de abrir próximamente en sus instalaciones «un pequeño auditorio de 250 plazas» destinadas a ese tipo de eventos.

El director de la XX Bienal, Antonio Zoido, defendió la relación que ha existido entre el flamenco y la Historia desde tiempos de Demófilo, y afirmó que «este espectáculo es un encargo de la Bienal para lograr, como hicieron otros antes de Dorantes, que la Historia no esté en fragmentos».

También explicó Zoido que el aforo de La roda del viento rondará los mil asientos, aunque todavía no está definido el enclave exacto. «El puerto de Sevilla no va a volver al esplendor del siglo XVI, pero en el 29 sí volvió a su imperio sentimental. Creo que Sevilla ahora volverá a ser sentimentalmente la capital de un mundo único», concluyó Zoido.