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¿El cine es profesión de hombres?

Solo el 26% de los puestos de responsabilidad en cine están ocupados por mujeres

19 mar 2016 / 22:25 h - Actualizado: 19 mar 2016 / 22:30 h.
"Cine","Cine español"
  • Un momento de uno de los muchos rodajes que se realizan cada año en Sevilla. / Pepo Herrera
    Un momento de uno de los muchos rodajes que se realizan cada año en Sevilla. / Pepo Herrera
  • ¿El cine es profesión de hombres?

El 26 por ciento de los puestos de responsabilidad en cine, tales como dirección, guion o producción ejecutiva, montaje o diseño de vestuario, están ocupados por mujeres, frente a un 74 por ciento de puestos que ostentan hombres, según muestran los datos del Informe anual 2015: Presencia de las mujeres profesionales del sector cinematográfico, de la Asociación de Mujeres Cineastas y de Medios Audiovisuales (CIMA).

En el total de 143 largometrajes producidos en 2015 que analiza este estudio han participado un total de 1.876 personas encabezando las especialidades de mayor responsabilidad, de las cuales 493 son mujeres y 1.383 son hombres. «Estos datos revelan que la estructura está bastante masculinizada en el sector cinematográfico –ha explicado la responsable del estudio, la socióloga Sara Cuenca–. Hay una clara segregación laboral tanto vertical como horizontal».

En líneas generales, los cargos con mayor presencia femenina son los referentes al maquillaje y peluquería (75%) y diseño de vestuario (92%), mientras que el resto de porcentajes se encuentran por debajo de la mitad, lo que muestra que sólo dos de las 12 categorías superan dicha marca porcentual.

En dirección artística las mujeres representan solo el 44 por ciento y en dirección de producción el porcentaje es del 43 por ciento. Su presencia disminuye en otros puestos como montaje (25%), producción y producción ejecutiva (24%), dirección (19%), guión (12%) o efectos especiales (11%).

Por géneros cinematográficos, las mujeres tienen una presencia en el documental de un 23 por ciento, en ficción un 29 por ciento y en animación un 8 por ciento. En concreto, en el documental solo un 25 por ciento de mujeres ocupan cargos en dirección, un 14 por ciento en guión y un 28 por ciento producción. En ficción, la dirección cuenta con una presencia del 16 por ciento de mujeres, un 12 por ciento en guión y un 24 por ciento en producción.

En animación (género en el que se han analizado ocho películas), la presencia de mujeres se limita a la producción (11%), a la dirección de producción (20%), los efectos especiales (25%) y el diseño de vestuario, con una presencia del cien por cien.

En general, los datos del estudio muestran un avance de la presencia de mujeres en la industria cinematográfica española respecto al estudio que encargó CIMA en 2006, al iniciar su actividad, según han explicado los responsables del estudio.

Aún así, la presidente de CIMA, Inés París, ha hecho hincapié en que «no hay que ser optimista». Por un lado, considera que el trabajo de las mujeres en el cine no está suficientemente reconocido en los concursos nacionales e internacionales, pese a que la autora del estudio sostiene que el 16% de los galardones recayeron sobre mujeres (en ocasiones a la vez también sobre hombres) en festivales internacionales, un porcentaje «alto» teniendo en cuenta la escasa presencia femenina en el sector.

Además, ha subrayado que la tendencia en el cine español de los últimos años ha sido la caída de las películas de presupuesto mediano (entre 2 y 4 millones de euros) pese a que, según ha manifestado, «son las que hacen industria, mucho más que aquellas que se hacen con seis millones o diez millones de euros».

«Se están haciendo muchas películas con presupuestos muy pequeños. Muchas veces no se paga a la gente y estas películas suelen ser fruto de la primera oportunidad. La gente, y las mujeres sobre todo, se quedan en una primera película», ha lamentado París.

Pese a todo ello, ha valorado positivamente que, durante los últimos años, «ha calado profundamente el mensaje de que no es solo un problema del cine sino también de la sociedad» y ha incidido en la necesidad de «señalar muy bien a los causantes» del desequilibrio en la presencia de hombres y mujeres en la industria cinematográfica.