El cómic se embarca con Magallanes y Elcano

Más de 30 dibujantes e ilustradores se dan cita junto al guionista Rafael Marín en el libro ‘La aventura de la primera vuelta al mundo’

28 jul 2018 / 21:17 h - Actualizado: 29 jul 2018 / 10:57 h.
"Cómic"
  • Una de las viñetas de Juanfran Cabrera para el cómic colectivo ‘La aventura de la primera vuelta al mundo’. / El Correo
    Una de las viñetas de Juanfran Cabrera para el cómic colectivo ‘La aventura de la primera vuelta al mundo’. / El Correo
  • Dibujo de Julio Serrano incluido en el volumen. / El Correo
    Dibujo de Julio Serrano incluido en el volumen. / El Correo

La portada es, nada más y nada menos, de Max. A partir de ahí, más de 30 dibujantes e ilustradores de toda España, algunos de ellos de primerísima fila. Está también el guion de Rafael Marín, otro nombre bien conocido para los amantes de las viñetas. Y cómo no, una de las epopeyas más fascinantes de la historia de la Humanidad. El resultado es La aventura de la primera vuelta al mundo, un libro que acaba de ver la luz para anticiparse al V Centenario de la Primera Circunnavegación a la Tierra, que se desarrollará entre 2019 y 2022.

Editado por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía en colaboración con los Ayuntamientos de Sevilla y Sanlúcar de Barrameda, el volumen tendrá una tirada de 2.000 ejemplares y un presupuesto de 33.550 euros. El proyecto, que fue ideado por Paco Cerrejón y coordinado en su aspecto gráfico por Abel Ippólito, cuenta entre sus firmas con Bartolomé Seguí –como Max, premio Nacional del Cómic– que aporta tres ilustraciones interiores, así como José Luis Ágreda, Das Pastoras, Francis Porcel, Diego Galindo Mariqui Romero, Irene Roga, Cristina Vela, Antonio Hitos, Mel, Enrique Carlos, Andrés G. Leiva, Carmen Cantero y Aurora Villaviejas entre muchos otros.

El trabajo colectivo narra el viaje de Magallanes y Elcano, con capítulos realizados en formato cómic y otros en formato literatura ilustrada, que funcionan de forma unitaria. Cuenta con un encarte en el que se describen los principales personajes de la historia y un bestiario con las criaturas que en la época del viaje se pensaba que iban a enfrentar los marineros. Incluye también un mapa del mundo actual con el recorrido de las naves de Magallanes sobre el que va un mapa en papel vegetal del mundo conocido en aquellos años.

Y como una verdadera aventura cuentan los artífices la experiencia de participar en este libro. «Ha sido un encargo maravilloso, estoy muy agradecido por la confianza depositada en mí», afirma Abel Ippolito. «Solo había dos antecedentes de cómic que hubieran intentado reflejar esta historia, pero un cómic de 60 páginas no podía plasmar tres años de peripecia, por lo que optamos por la fórmula mixta».

«El diseño de Manolo Ortiz ha sido estupendo, como el modisto que nos ha metido a todos en el mismo traje. La idea era que el lector reconociera por ejemplo a Magallanes, lo dibuje fulanito o menganito. Es un tebeo enormemente didáctico, aunque lo lea una persona de 70 años. El cómic es una herramienta de divulgación poderosa», prosigue Ippolito.

«En un principio solo sabía que el guión corría a cargo de Rafa Marín, pero no tenía ni idea de que este libro iba a contar con semejante elenco de artistas», explica el granadino Juanfran Cabrera. «Me siento muy orgulloso y halagado de formar parte de este proyecto, además de que la historia en si ya es una auténtica maravilla. Abel se encargó de enviarnos a todos unos bocetos de los personajes principales para que, en caso de que fuese necesario y cada uno con su estilo, los dibujásemos igual. Lo mismo con los barcos. Hubo que cuidar bastante la documentación por mantener el rigor histórico, por lo que enviábamos antes los bocetos y una vez aprobados o hechos los cambios o correcciones pertinentes, se acababan completamente», agrega.

Por su parte, Julio Serrano destaca que «la libertad artística y técnica ha sido total, solo nos teníamos que atener al guion, y tener por lo menos cierto rigor histórico y de verosimilitud respecto a la historia. Para ello tuvimos un texto, medidas exactas de cada ilustración y documentación gráfica e histórica».

«Alguna gente había rechazado dibujar barcos, cosa que a mí me gusta mucho», prosigue Serrano. «En un principio tenia en mente algo muy diferente, pero no funcionaban bien. Fue un dolor de cabeza la llegada de los barcos a Humunu, pero al final esta fue la que mejor me quedó».