El “curioso” Dorantes celebra 20 años de piano flamenco con nuevo disco

Celebra con el álbum “El tiempo por testigo”, que sale mañana

26 sep 2017 / 19:01 h - Actualizado: 26 sep 2017 / 19:13 h.
  • El “curioso” Dorantes celebra 20 años de piano flamenco con nuevo disco

Para el pianista David Dorantes “cuidar” su “herencia musical”, la flamenca, es imprescindible, aunque cree que es su “curiosidad” por otros géneros lo que le ha llevado a evolucionar tanto en las dos décadas dedicado a la música, esas que ahora celebra con el álbum “El tiempo por testigo”, que sale mañana.

“Desde que empecé en el 97 he recorrido bastante mundo y he tenido muchas experiencias musicales. Llega un momento en el que me apetecía celebrar los logros, las metas, y tenía varios temas que quería regrabar de nuevo con otro aspecto diferente”, explica el músico sevillano (Lebrija, 1969) en una entrevista con Efe.

Fue así como empezó a gestarse su nuevo disco, “El tiempo por testigo”, grabado en directo con su formación a trío -Francis Posé al contrabajo y Javi Ruibal a la percusión- y compuesto por diez cortes de los cuales siete son versiones actualizadas de algunas de las canciones que han marcado su carrera.

“Cada uno de esos temas subraya un momento de mi vida muy importante para mí, como, por ejemplo, “Semblanzas de un río” que habla del Guadalquivir”, señala el compositor, cuya carrera se inició con el lanzamiento del álbum “Orobroy” en 1998, que recibió el premio Flamenco Hoy al mejor disco instrumental del año.

Además de ese material, Dorantes presenta en este trabajo tres temas inéditos que describe como una “búsqueda de un nuevo sonido”. En dos de ellos, “Y el tiempo” y “La máquina”, el músico acompaña el sonido de su piano con el que producen otras teclas, las de una máquina de escribir.

A esos dos temas se añade “Barejones”, entendida por Dorantes como un “homenaje” a Lebrija y al barrio en el que se crió, ya que el sevillano -nacido en el seno de la familia Peña-Perrate y sobrino de Juan Peña El Lebrijano- asegura que nunca deja de lado sus “raíces”.

“Siempre he tenido claro que la herencia mía musical es muy bonita y por eso la cuido y me siento orgulloso de ella, pero también tengo claro que soy, ante todo, músico y tengo curiosidad por otro tipo de géneros”, precisa el pianista, que cree que “cuanto más flexible” sea y cuántos más colores tenga “en la paleta”, más fiel será a su manera de entender la música.

En esa variedad cromática que propone hay también mucho jazz y mucha música clásica, pero tampoco ha dudado nunca en acercarse a ritmos árabes o caribeños o en atreverse con fusiones de estilos muy diversos pero siempre desde un punto de partida muy personal en el que brilla su impronta flamenca.

“No me la puedo quitar. Recuerdo que en el conservatorio tocaba piezas de Bach o de Chopin y me llamaban ‘el flamenco’ porque incluso tocando otros idiomas musicales se me nota el acento del flamenco”, revela el músico.

Ahora, al hacer balance, piensa que quizá es esa “curiosidad” innata por arriesgar con otros géneros sin alejarse de su estilo lo que le ha llevado a poder “celebrar”, como hace, una trayectoria repleta de logros en la que ha podido colaborar con artistas de la talla de Enrique Morente, Lole Montoya, Rafael Amargo, Rocío Molina, Vicente Amigo, Gloria Gaynor o Chucho Valdés.

Aunque, por encima de eso, subraya, está el “esfuerzo”: “He trabajado mucho y no me acomodo con lo que sé. Creo que la clave está ahí, en estar en continua evolución”, asegura Dorantes, para quien “el tiempo” ha sido “el testigo más fiel” de la “dedicación” que requiere el piano.

Convencido de que la música es lo que le hace mantenerse “feliz”, su única meta en este momento es “dejarse llevar”, pero insiste en que su “lucha” seguirá siendo “no caer en la monotonía” porque quiere mantener esa “ilusión de niño chico” que le permite tener siempre “ganas de componer, de tocar y de compartir” su música.