El guitarrista Antonio Rey regresa a Sevilla para confirmar su proyección

Antonio Rey Navas es uno de los jóvenes que despiertan más admiración en el mundo, sin duda por sus portentosas facultades y ese sonido tan flamenco que le saca a la guitarra

Manuel Bohórquez @BohorquezCas /
h - Actualizado: 20 ene 2017 / 12:25 h.
"Flamenco"
  • El guitarrista Antonio Rey en una actuación en Córdoba. / Rafa Alcaide (Efe)
    El guitarrista Antonio Rey en una actuación en Córdoba. / Rafa Alcaide (Efe)

Decía hace unos días Gerardo Núñez, el gran guitarrista jerezano, que Paco de Lucía había sido omnipotente, y que con su marcha se ha abierto otra etapa. En efecto, desde la marcha del dios de la guitarra flamenca, muchos guitarristas luchan por hacerse notar no para sentarse en ningún trono, sino para que los miles de aficionados a la guitarra que hay repartidos por el mundo entiendan que hay vida para el flamenco más allá de la ausencia del genio, como la hubo cuando se fueron Montoya, Ricardo, Sabicas o Diego del Gastor.

Antonio Rey Navas, madrileño nacido en 1981, aunque afincado en Jerez, es uno de los jóvenes que despiertan más admiración en el mundo, sin duda por sus portentosas facultades y ese sonido tan flamenco que le saca a la guitarra. Ya tocaba con solo 10 años, porque su padre era cantaor de tablao, Tony Rey. Y como tantos guitarristas de su generación, se sintió llamado a servir en las filas de Paco de Lucía, el gran revolucionario de la guitarra flamenca.

Sabe lo que es viajar por el mundo, puesto que a su corta edad lo ha recorrido ya con su guitarra a cuestas. Primero con su padre, actuando en tablaos de México; luego en Japón, país donde es una guitarra adorada, y más tarde formando parte de la compañía del bailaor y coreógrafo trianero Antonio Canales, llamando ya entonces la atención por su capacidad para componer su propia música flamenca, como hizo también para el Nuevo Ballet Español.

En 2003, ganó El Bordón Minero del Festival Internacional del Cante de las Minas, premio que lo dio a conocer a la crítica, y siete años más tarde, en 2010, conquistó el Nacional de Córdoba, consolidándose ya como una de las mejores guitarras flamencas de este tiempo. En 2014, actuó en la Bienal de Flamenco, en el Espacio de Santa Clara, y su concierto fue de una calidad extraordinaria, combinando fuerza y sensibilidad musical con una enorme facilidad. Dos años después regresa a Sevilla para ofrecer, esta misma noche, un nuevo concierto en solitario, en esta ocasión en el Auditorio Box, en la Isla de La Cartuja, que está en la calle Albert Einstein, con artistas invitados como el cantaor Rafael de Utrera y el joven percusionista Paco Vega, hijo del gran bailaor trianero del mismo nombre y apellido. Antonio Rey acaba de regresar de Japón y suponemos que le motivará dar un concierto en Sevilla, donde tantos y tan buenos guitarristas ha habido y hay aún, como el Niño Ricardo y Pepe Martínez, dos clásicos ya ausentes, y los actuales Rafael Riqueni y Manolo Franco.

No son muchos los conciertos de guitarra flamenca que se dan en nuestra ciudad a lo largo del año. Antonio Rey y otros muchos tienen que salir por el mundo para poder sobrevivir, a países donde, como ocurre en Japón, adoran la guitarra flamenca. Por tanto es una inmejorable oportunidad para disfrutar de este gran guitarrista, que es de los que te atrapan con los primeros acordes. También es una oportunidad para apoyar una faceta del flamenco que parece reverdecer, sin duda alguna porque hay una nueva generación de guitarristas, de jóvenes que tocan maravillosamente y que se sienten atraídos por el concierto y la composición.

Algo bueno saldrá de este rebrote, que llevábamos esperando mucho tiempo, porque no es verdad eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor, por mucho que añoremos a los grandes genios que se fueron.