El humor os hará libres

La exposición ‘Sátiras de papel’ lleva al Ayuntamiento, procedente del Museo de la Autonomía, una antología de 150 años de humor gráfico en España con la firma de diez autores andaluces

10 may 2017 / 15:08 h - Actualizado: 10 may 2017 / 22:26 h.
"Cultura"
  • Uno de los paneles de la exposición, con chistes de Summers. / Fotos: Jesús Barrera
    Uno de los paneles de la exposición, con chistes de Summers. / Fotos: Jesús Barrera
  • Dos asistentes a la exposición en el Ayuntamiento de Sevilla.
    Dos asistentes a la exposición en el Ayuntamiento de Sevilla.
  • El comisario de la exposición, Juan Luis Pavón, habla durante la presentación.
    El comisario de la exposición, Juan Luis Pavón, habla durante la presentación.

A menudo asiste uno a fenómenos –cierta película extraña, un momento de inspiración inusitada, un poema de Szymborska o alguna escena callejera– después de los cuales no vuelve a ser el mismo. Algo así sucede con la exposición Sátiras de papel. Se inauguró ayer en el Ayuntamiento de Sevilla –o se reinauguró, porque en realidad es un traslado desde el Museo de la Autonomía con motivo de la inminente Feria del Libro de la Plaza Nueva–. Y en ella, su comisario el periodista Juan Luis Pavón ha conseguido estremecer con una evidencia: cómo los humoristas gráficos, a lo largo de la historia de los periódicos, han venido demostrando «las dificultades para ser libre en cualquier época». El entrecomillado es del propio Pavón, que ayer hacía de maestro de ceremonias en el Patio Mayor del consistorio hispalense y ejercía de guía para este diario en un recorrido a través de 150 años de viñetas y grabados, sintetizados en las obras de diez autores andaluces. Semejante derroche de audacia, valentía, honor, arte, dignidad e inteligencia puestos al servicio de la libertad conforman un ilustrativo ejemplo de cómo unos se la juegan mientras otros dejan arrumbadas las verdades en la oficina de objetos perdidos hasta tanto se encuentre al interesado. Una enseñanza muy útil en cualquier tiempo y muy de agradecer en estos.

En algunos casos, como explica el comisario, el humor gráfico aparece emparentado con la intelectualidad; en otros, con el tebeo. Pero de un extremo al otro de este inmenso territorio se aprecia una constante: cómo las lacras esenciales de la sociedad –aquellas que se ponen en evidencia en estas obras– han sido prácticamente las mismas en todo momento, da igual la fecha: la corrupción, la ruindad, los intereses mezquinos, los dogmas, la incultura, la hipocresía, el pensamiento único, las cortapisas a la libertad...

Luis Mariani, Andrés Martínez de León, Francisco López Rubio, Andrés Vázquez de Sola, Juan Ballesta, Lombilla, Manuel Summers, Martín Morales, Idígoras y Pachi y Miguel Brieva son los nombres propios de esta exposición que permanecerá en este destino hasta el fin de la Feria del Libro, el 28 de este mes. En su recorrido, Pavón señala y comenta algunos casos especialmente suculentos. Entre ellos, el de Mariani, que tenía en la calle Génova, actual Avenida de la Constitución, varios periódicos satíricos, como El Tío Clarín, que salía los lunes, en la época de Isabel II. «Los pagaba él de su propio bolsillo y se mantenían a lo mejor un par de años con suscripciones. Él hacía tanto las litografías como los textos, con chistes sobre urbanidad, la bestialidad de las corridas de toros, ¡los desahucios, tan de moda ahora!, la hipocresía con los pobres, la usura... Es una época de censura y represión, y sin embargo él no duda en jugársela», con lo que la autoridad tampoco dudaba en cerrarle los periódicos a la menor oportunidad. O el caso de Martínez de León, celebérrimo autor del personaje Oselito pero también ilustrador de Blas Infante y Chaves Nogales, y «uno de los humoristas más grandes de España».

Como se explica en la presentación de estas Sátiras de papel tan andaluzas, se trata de verdaderos actos de pensamiento crítico. «En un país que se ha tomado muy poco en serio los artículos de Larra, los esperpentos de Valle-Inclán y las películas de Berlanga, la cita diaria o semanal con el humor gráfico ha sido y es el oasis del ingenio, las verdades del barquero, la filosofía del sentido común, el balcón de la incredulidad, el exilio interior o la válvula de escape». En esta muestra se comprende cuál es la emocionante –intelectualmente emocionante– y trascendente aportación del humor gráfico a la comunicación social. «A veces les cerraban los periódicos», recuerda Pavón, «pero no les importaba. Aun así, lo hacían». Cinco épocas, diez firmas, que testimonian, entre otras cosas, lo que el humor tiene de garantía cuando otras seguridades fallan.