El ministro de Cultura y Deporte, José Guirao, prolongó ayer su estancia en Sevilla tras asistir el lunes a la entrega de los Premios Max y celebró que el Año Murillo haya puesto de nuevo al pintor sevillano «en el punto álgido de la historia del arte español», al tiempo que destacó el «éxito enorme» que esta teniendo la celebración del 400 aniversario del nacimiento del artista. Guirao visitó ayer el Archivo General de Indias, donde desde mañana y hasta el 13 de enero podrán visitarse los cuadros cedidos por el Museo de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y que se han traído con motivo del Año Murillo para formar parte de la exposición Murillo en el Archivo de Indias: Obras de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Así, la Academia de San Fernando ha cedido para el proyecto cuatro grandes pinturas del Murillo joven, de las cuales tres –La Magdalena, El éxtasis de San Francisco e Asís y La Resurrección del Señor– y una cuarta, San Diego de Alcalá dando de comer a los pobres, podrá disfrutarse en el Museo de Bellas Artes como parte de la gran retrospectiva que la pinacoteca sevillana prepara para el otoño en torno al pintor. «Estamos muy contentos con el hecho de que todo lo que se está haciendo con el Año Murillo esté siendo de una enorme calidad», subrayó el ministro de Cultura, que saludó que esta celebración «haya puesto a Murillo otra vez en el punto álgido de la historia del arte español y la cultura que merece».
Tres de las obras que se trasladarán a Sevilla por el Año Murillo han sido sometidas a un proceso de restauración por parte del Instituto de Patrimonio Cultural de España (IPCE), perteneciente al Ministerio de Cultura y Deporte. La cuarta, La Resurrección del Señor, será restaurada tras el desmontaje de la exposición el próximo 13 de enero de 2019. La referida obra fue pintada por el artista para presidir uno de los tres altares con bóveda para entierro de que consta la Capilla de la Expiración, sede de la Hermandad del Museo desde 1613. Según Enrique Valdivieso, uno de los comisarios de Año Murillo y máxima autoridad en el maestro sevillano, se trata de «una obra de gran importancia y especialmente devota que expone magistralmente el paso de una vida terrenal a una gloriosa». El catedrático señala que el éxito de Murillo en este trabajo se manifiesta, sobre todo, en «el poderoso contraste que crea entre las tinieblas, representadas en la parte inferior del cuadro; y la luz, en la superior». La muestra que acoge el Archivo General de Indias se acompañará de una publicación con tres trabajos sobre las obras, la sede del archivo y el proceso de restauración.