Menú

El regreso (puntual) de una banda muy añorada

Systema, quinteto sevillano que publicó en 2003 un disco que caló hondo y se disolvió a continuación, se reúne este sábado en la sala X en un concierto cargado de nostalgia

27 oct 2017 / 22:50 h - Actualizado: 28 oct 2017 / 00:13 h.
"Música","Conciertos"
  • Imagen actual de los cinco miembros de Systema en un momento de relax durante una de las sesiones para preparar el concierto. / Patte
    Imagen actual de los cinco miembros de Systema en un momento de relax durante una de las sesiones para preparar el concierto. / Patte
  • Los cinco integrantes de Systema, allá por los inicios de siglo. / Carolina Pulvecino
    Los cinco integrantes de Systema, allá por los inicios de siglo. / Carolina Pulvecino

La escena musical de Sevilla a principios de siglo, tres lustros atrás, poco o nada tenía que ver con la actual, preñada de bandas y talento a cual más dispar. En aquellos años, en torno a 2000, el panorama era mucho menos rico y mucho más homogéneo, con hegemonía del pop y el rock aún sin prefijos.

Uno de los pocos grupos que llegó a adquirir cierta repercusión fue Systema, un quinteto adscrito al rock con influencia de combos cañeros del momento como Faith No More al que incorporaban teclados y un toque funk. El proyecto nació cuando Juan G. Acosta (guitarra), Jesús Chávez (teclados y coros) y Alberto Venegas (bajo), que ya compartían un grupo llamado Sendra, conocieron a Jorge Santos, que asumió el rol de vocalista, y luego de un tiempo buscando batería, dieron con Pepe Benítez.

«Éramos veinteañeros y empezó a fluir todo, estuvimos tres años a tope, tocábamos mucho, llenábamos las salas que había entonces (Fun Club o Weekend [actual Malandar]). Creo que teníamos un nivel técnico bastante bueno para la época», explica Juangui Acosta. Systema grabaron tres maquetas y, por fin, un álbum homónimo que salió a principios de 2003, grabado en los legendarios Estudios Central de la Alameda con la producción de Alfonso Espadero (Rhinozeros), «nuestro descubridor entre comillas. Nos vio en un concierto y apostó por nosotros, nos grabó las maquetas y habló con los de Reincidentes», explica Acosta. Esa mediación se tradujo en que el disco fue impulsado por La Otra Orilla, el sello que tenían los miembros de Reincidentes, que «apostó por nosotros y hasta nos dio un dinero, creo que un millón de pesetas o así. Hicimos una gira con ellos, unos bolos por el norte, estuvo guay». Acosta aprovecha la ocasión, aunque hayan pasado muchos años de aquello, para «agradecerles que apostaran por nosotros, hicieron una inversión y en cierto modo les dejamos tirados al separarnos».

Y es que Systema se disolvió tras ese único disco de doce temas por «diferencias con el cantante» y «que cada uno quería evolucionar musicalmente hacia un lado». El adiós fue instantáneo: «Fue en cierto modo traumático y no hubo siquiera un concierto de despedida», rememora Acosta. A partir de ahí «cada cual siguió su camino por derroteros muy diversos». Él pasó por proyectos como La Gente Pato o Robot y en la actualidad sigue con Naja Naja y Malheur; el resto de miembros, por alguno de estos y otros como Cerebral, Hi Corea!, Maga, José Cicuta, Pen Cap Chew o Kill Da Cane.

«Pero mirando atrás consideramos que hicimos un buen trabajo del que estamos orgullosos, había gente que nos seguía y nos pedía volver». De manera que han decidido reunirse por un día y rememorar viejos tiempos. La cita será este sábado a las 22.00 horas en la sala X (calle José Díaz, 7), con entradas a 10 euros en la web del local y a 12 en taquilla. «Es para pegarnos un homenaje a nosotros mismos. Hace 4-5 años ya lo meditamos, pero no pudo ser», dice el guitarrista.

Pelillos a la mar sobre aquella abrupta ruptura: «El tiempo pone las cosas en su sitio. Entendimos que duró lo que tenía que durar. Yo ya entonces escuchaba otra música, también es verdad que éramos muy jóvenes», expone Acosta antes de exclamar: «¡Qué mejor manera de cerrar heridas!». Para esta puntual reunión han invitado a subir al escenario al propio Alfonso Espadero, «que cantará un tema». También «a mi hermano David [guitarrista en Neorama], que nos hacía los diseños y la web». Y a Txako Jones, «una chica que canta blues y es corista en O’Funk’illo. En su día grabó con nosotros el tema Planeta Perdido, ponía su voz suave en un contexto de ruido y quedó muy chulo».

En el concierto habrá además «un par de versiones [en su momento hicieron muchas, desde Pink Floyd o The Doors a Portishead o Björk pasando por Limp Bizkit o Rage Against the Machine], las que recordamos que tuvieron mejor acogida en su día». Será una sorpresa.

En ningún caso hay propósito de volver como banda, si bien «yo nunca digo que no a nada. Hace un tiempo habría dicho que era imposible que fuéramos a tocar juntos de nuevo y aquí estamos. Yo escucho el disco y aún me gusta, pero ya no estoy en esa onda», dice Acosta, que sí puede confirmar en cambio una noticia esperada: en enero saldrá el segundo disco de Naja Naja. «Serán diez temas y lo grabaremos con Discos Nuestra Señora, un sello que han creado Pablo y Darío (Pony Bravo)».